Opinión

Colonizar el universo

Si el teléfono o el ordenador, artilugios tan cotidianos, en un momento presentan alguna anomalía, el corazón se acelera porque ellos son ahora los agentes que nos comunican con el mundo. Si fallan, quedamos aislados en tierra de nadie. No somos nosotros quienes los tenemos a ellos, no, ellos nos tienen a nosotros. En las máquinas que nos parecen tan inocentes y creemos que dominamos a la perfección, está nuestra vida. Si hubiese, ojalá que no, algo que apagara de golpe los millones de enlaces que los componen, quedaríamos borrados de la realidad en que vivimos.

Nuestros datos, gustos, apetencias, fotografías, historiales, intimidades, conversaciones, lo que vemos y leemos, amistades… todo está en esos mecanismos invisibles que dictan nuestra vida, como el ojo que lo ve todo, como el Gran Hermano de Orwell elevado a la enésima potencia. Si a alguien se le diera por borrar nuestro nombre en el cerebro electrónico que rige ese universo electrónico, dejaríamos de ser. Estamos encerrados en ellos, son nuestros dueños y ellos mandan y dirigen. Ya no somos nosotros, ni es verdad todo lo que vemos. Con esos adelantos informáticos se cambia la realidad que hemos conocido por la virtual en la que indefectiblemente se vivirá en el futuro. De tal modo que hoy ya no podemos distinguir entre la verdad y la mentira en los montajes que se nos presentan como actualidad. Esto todo viene a cuento de que las noticias informan sobre el hecho, que parece ya incontrovertible, de que las máquinas no solo han invadido nuestros hogares y la tierra entera, sino que también invadirán el espacio y lo colonizaran.

Según Juergen Schmidhuber, uno de los más importantes pioneros de la inteligencia artificial moderna, asegura que dentro de veinte años las máquinas superinteligentes actuarán en cualquier orden de la vida sin limitaciones, superarán al hombre y revolucionarán absolutamente el lenguaje universal. El citado experto, considerado entre otras cosas “padre del aprendizaje profundo”, en conferencia impartida en el congreso mundial IROS 2018, expuso los imparables avances cuya representación física son los robots. ¿Qué opinan, queridos lectores, sobre el futuro que vivirán las próximas generaciones y que ustedes mismos podrán ver? Releamos las celebres obras del bioquímico y famoso escritor, Isaac Asimov, para darnos una idea.

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