Opinión

Como en un espejo

Al personalizar se suele decir “yo me conozco muy bien”, o, “sé bien de qué pie cojea fulanito”. ¿De verdad es posible poder conocerse tanto, o conocer al otro? ¿Se sabe cómo se va a reaccionar ante la misma situación en días diferentes, en los que es seguro que, según las circunstancias, varía el estado de ánimo? Puede ser que, individualmente, el ser humano sea el que menos se conozca a sí mismo, porque únicamente le es dado juzgarse en tanto en cuanto trasciende en los demás. Y son los demás, los que le devuelven el reflejo que proyecta fuera de sí, oportunidad para mirarse como en un espejo, pese a que la imagen llegue distorsionada. ¿Cómo se va a conocer tanto el individuo por dentro, si ignora incluso el nombre que reciben algunas partes de su estructura externa?

El tema me lo da hecho “Buzzfeed”, quien ofrece algunas curiosidades que parecen mentiras, pero que no lo son. Por supuesto voy a referirme a lo que se ignora generalmente, sin que entren en ello, médicos, científicos y expertos del cuerpo humano. ¿Les suena, queridos lectores, la palabra bioluminiscencia? Pues sí, al parecer, las personas brillan en la oscuridad. Sin embargo, la luz emitida es tan débil, que los ojos humanos no la pueden captar sin ayuda técnica. Y esto me recuerda la famosa cámara Kirlian, tan curiosa a la vez que denostada. Me cuenta una amiga que antes no podía salir a la calle en invierno, porque con el frío, sus ojos eran constantes cataratas. Fue a un oculista, y éste le solucionó el problema. Pero sigue sin poder salir en invierno, porque con el frío, su nariz se ha convertido en una fuente que no cesa. Y es que el manantial nasal, en este caso, no es otra cosa que las propias lágrimas.

Quizá pocas personas sepan que la piel del codo, por mucho que se la pellizque, no duele. ¿Quién iba a decir que el cerebro parece arrugado porque en realidad está “doblado” dentro del cráneo? Y atención, porque sólo es posible tragar 2 o 3 veces antes de que el organismo ordene esperar para intentarlo nuevamente. Otra cosa interesante, es que la córnea es la única parte del cuerpo a la cual los pulmones no mandan oxígeno. Todo lo que respira y se mueve, es una auténtica maravilla. Esperemos que este prodigio no se pueda replicar nunca al cien por cien en un robot. De ser así, ¿qué destino le esperaría al humano, al no ser ya único?

Te puede interesar