Opinión

El misterio de los umbrales

Les ha pasado a ustedes alguna vez, queridos lectores? Posiblemente sí. Todo el mundo, o casi todo, experimenta que al cruzar el umbral de una puerta se le olvide lo que iba a buscar o hacer. La pregunta surge rápida: ¿a qué venía yo aquí? Y en ese momento de confusión, la persona se aconseja a sí misma volver sobre sus pasos para recuperar la memoria y el objeto que le llevó a otra habitación. Estos casos suelen ser frecuentes y despiertan cierta inquietud. Sobre este particular que para la generalidad resulta tan extraño, un grupo de científicos de la Universidad norteamericana de Notre Dame, dirigido por Gabriel Radvansky, ha realizado un estudio publicado por la revista “The Quarterly Journal of Experimental Psychology” en el año 2011. 

Dicho estudio titulado, “Atravesar umbrales causa olvido: exploraciones adicionales” dice entre otras cosas interesantísimas, que cruzar por una puerta puede reducir la memoria, ya que ese acto ayuda de alguna manera a que el cerebro deje el recuerdo atrás. Ese fenómeno que se vive, y que puede atribuirse a determinadas emociones en algunos casos, en otros, la respuesta a la preocupación que embarga al protagonista suele ser mucho más sencilla y puede encerrase en el término “compartimentar”, dado que la puerta sirve como un “evento limítrofe”. O sea, que el hecho de pasar de un umbral a otro puede originar estas pequeñas ausencias en la memoria. Por lo tanto, tranquilidad, si la cosa no va a más, claro. 

El experimento hecho con universitarios, se basó en la realización de tres tareas producidas en formatos reales y virtuales, todas ellas en la necesidad de cruzar puertas con diferentes objetivos mentales y elementos físicos. Convendrán conmigo, queridos lectores, en lo maravilloso de la ciencia, algo que abre miles de puertas a la sabiduría, y que no deja en el olvido ninguna de las ideas que aborda. Así, que si es por eso sólo, dejen de decirse, “¿dónde tendré la cabeza?” “Pierdo la memoria por momentos”. Lo que no quita para que se hagan ejercicios siempre recomendables para reforzarla y para que no se escapen los recuerdos, si no que fluyan vivos y frescos. Como decía quien sabía mucho: tener presente el pasado y caminar hacia el futuro. O lo que es igual: tener presente el recuerdo, para ver más nítido lo que se quiere en cada momento, con umbrales o sin ellos.

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