Recuerdan, queridos lectores, el mito de Platón y la media naranja, o sea, el mito andrógino? Platón hablaba de lo que decía Aristófanes sobre que los hombres, orgullosos de ser casi perfectos, quisieron combatir con los dioses, y Júpiter los castigó con la separación de los dos cuerpos de los que estaban hechos, femeninos y masculinos. Así los debilitó, y en adelante tendrían que vagar por el mundo en busca de sus complementos humanos, para volver a ser lo que fueron antes de su tremenda osadía. Pero bueno, en el caso que nos ocupa, no se trata de encontrar la media naranja precisamente, aunque sí de emparejamientos.
El fotógrafo canadiense Francois Brunelle se ha dedicado a buscar a desconocidos idénticos a otros desconocidos, y lo sorprendente es que los ha encontrado. Según diversas teorías se supone que todos los humanos tienen siete dobles, aunque posiblemente nunca podrán coincidir con ellos. Si exceptuamos a Brunelle, que ha recorrido diversos países desde 1999, y que después de dos décadas de poner en marcha ese, diríamos que arduo proyecto, ha logrado reunir una colección de retratos de aproximadamente 250 parejas exactamente iguales. Esta colección está considerada tal y como leémos en “Cultura Inquieta”, como un “testimonio del misterioso y extraño fenómeno que ha cautivado a los humanos durante siglos, que tiene sus raíces en la tradición paranormal y que sigue siendo objeto de numerosas películas de terror y series de ciencia ficción”. ¿Quién no ha soñado despierto y dormido con otras dimensiones, con otros dobles al otro lado del espejo?
Pero ahora, al parecer, ya no hay que viajar a otros países ni a otros mundos para saber que existen, ya que los ha mostrado un fotógrafo empeñado en que los veamos a través de su obra. Sin embargo, la ciencia se adelanta a cualquier fantasía, ensoñación, deseo o realidad, y juega a crear clones. Clones de ovejas, clones ¿de qué? No se sabe. Pero ahí están los semi logros en las hemerotecas. Aunque hace tiempo que ya no se habla de eso. Pero sí se habla y mucho de robots, máquinas que poco a poco se parecen más a los seres pensantes en lo físico, y quién sabe si en lo cerebral. El homo sapiens ya no está de moda. Según parece, es un modelo gastado por repetido, aunque trate de aparentar que es insustituible. Hasta ahora lo era, o no. El tiempo lo dirá.
