Quién no ha visto “Matrix”, o ha oído hablar de esa película que marcó toda una época, e inspiró cantidad de teorías sobre nuestra realidad? A las preguntas de siempre formuladas sobre el ser humano, y digo “ser”, “Matrix” las incrementó, e hizo surgir otras muy distintas. ¿Somos parte de un sueño? ¿Somos quienes creemos ser? ¿Quiénes somos? Preguntas muy difíciles de responder, porque nos sitúan fuera de los límites conocidos. Somos un misterio sin resolver. Pero, ¿hay alguien que tenga alguna pista sobre el particular? Y ¿quién podría hacerlo? ¿Quién se atrevería? ¿La ciencia, con sus nuevos descubrimientos, que avanza tras de los imposibles?
Bueno, hay que reconocer que el que más y el que menos, se adentró alguna vez en el arcano, con hipótesis que se pierden, precisamente, en el inmenso terreno de lo ignorado, y que queremos abarcar. Y se preguntarán ustedes, queridos lectores, a qué viene este tema en una actualidad, en la que no podemos llegar a sospechar siquiera qué pasará dentro de cinco minutos. ¿Cómo vamos a responder a esas filosofías tan profundas, si el pensamiento se nos va de continuo con la cesta de la compra? Pues ya hay quien que se ha atrevido a dar el primer paso por el camino, o los caminos, hasta ahora ocultos. ¿Quién? Pues ni más ni menos que Elon Musk. Pero, ¿quién es Elon Musk? En principio, uno de los hombres más ricos del mundo, si no el que más.
Magnate sudafricano, cofundador de Paypal, SolarCity, Nauralink y OpenAI, Hyperloop, The Boring Company… Director general de SpaceX, de Tesla Motors…, y no sigamos por falta de espacio para citar cargos, creaciones y logros a niveles macros. Pues bien, este genio de la tecnología, declaró que hay una probabilidad, según Hannah Bertolino, el 30 de noviembre, “que lo más probable es que estemos viviendo en una simulación por computadora hiperreal”. No es la primera vez que el argumento sale a la palestra. Pero es muy interesante lo que añade sobre los videojuegos, en cuanto a que podríamos estar camino de la creación de mundos indistinguibles de nuestra realidad. Lo que se puede entender como la posibilidad de que nosotros seamos personajes de un juego a medida, semejante al de la interesante película “Matrix”, con la que he comenzado este pequeño artículo. Sea como sea, ahí queda eso para la reflexión, y para toda clase de fantasías.
