Opinión

Historias de miedo

Por qué generalmente gusta tanto el terror? ¿Qué es lo que aporta el morbo al espíritu? ¿Qué es lo que tiene para que todo lo que signifique miedo suponga tanta aceptación, al tiempo que se huye de él? Imposible el saberlo por más que se preste a debate y traten los expertos de ahondar en el fenómeno. El miedo es ancestral, acusa el peligro y a veces salva. Pero, ¿por qué atrae? ¿Se teme a la vida y en contraposición ata más a ella? La historia está llena de horrores. Si se coge una enciclopedia sobre el tema, se comprobará que el ser humano nunca ha escatimado ingenio, voluntad y medios, para crear los más extraordinarios métodos de aniquilación y sufrimiento para aplicar a los demás. 

Y sin embargo, a pesar de lo que representa, fascina ese mundo oscuro y pavoroso que nunca ha dejado de estar presente, en todas las edades del hombre, en todos los pueblos y culturas. Ese mundo de exterminio dirigido al otro. Ese mundo perturbador. Y entre ese miedo a todo lo que se mueve, o no, toman carta de naturaleza los llamados fenómenos psíquicos. Sobre este tema, por otro lado apasionante, The Collector, hace un resumen sobre varios de los objetos que denomina malditos, y que han atormentado y atormentan, todavía, a quienes los poseen, ya que la creencia se basa en que llevan dentro de sí los espíritus de la maldad. Entre ellos están las “Tablas de maldición”, provenientes de la antigua Grecia, y que es un compendio de todo aquello que serviría para maldecir a los enemigos, o personas a las que se odiara por diferentes motivos. 

También figura en la lista el retrato de “El hombre angustiado”. El origen del mismo, señala The Collector, todavía es un misterio. Pero lo que sí se sabe, es que el óleo con el que se pintó está mezclado con sangre humana. Su creador, una vez terminada la obra, se suicidó. La pintura pasó de mano en mano y la última familia que lo posee, asegura que por las noches el cuadro emite gemidos y gritos, al tiempo que se rasga el lienzo. Querido lector, póngase en situación y diga con toda sinceridad si tendría alguno de esos objetos malditos en su casa. Estos son solo dos ejemplos de esa alucinante lista de seis, que por sí sola, pone a cualquiera en guardia. El miedo es tal vez uno de los sentimientos más poderosos que existen y con frecuencia se convierte en una eficaz arma contra los demás.

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