Opinión

Horario y sueño

Cada vez que anuncian un cambio de hora, hay quien empieza a acordarse de mucha gente ajena a quien posiblemente nunca ha conocido pero que supone con razón que existe. Y no es por ofender, queridos lectores, no. Es que los que activan el recuerdo, son sabedores de que la noche en la que tienen que manipular los relojes una vez más, pueden experimentar alteraciones del sueño, algo que no sienta nada bien. Hay a quienes no les afecta, pero al parecer hay a quienes sí. Al menos, hay quejas. 

Para algunas personas es fácil que estos cambios horarios les pueda desbaratar la rutina cotidiana, aunque dado tanto y tanto tejemaneje de manecillas, o saetas, que queda más bonito, se puede colegir que los cambios pasan a ser la verdadera rutina. Vamos, no sé si me explico. A veces con estos líos se pierde una. En cuanto a la salud no hay que alarmarse. Puede llegar a ser un impacto sin importancia en el organismo, aunque cada uno lo pueda sentir de diferente forma, según Salvador Tranche, vicepresidente de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria. Así pues, tranquilos, en lo que al cambio de horas se refiere. No obstante, ya que hablamos de sueño y de trastornos del mismo, hay que señalar que los españoles duermen bastante mal. Así concluye el “Estudio Dormity para determinar el Índice de Calidad del Sueño (PSQI)”. Por él podemos saber que un tercio de ciudadanos padece los citados trastornos, pero en este caso mucho más en serio, ya que casi un 28% tiene que consumir somníferos para poder conciliar el descanso apetecido. 

El estudio al que nos referimos fue realizado a partir del cuestionario clínico internacional de “Pittsburgh”, con la importante colaboración de la doctora Odile Romero, jefa de la Unidad del Sueño del Hospital de la Vall d’Hebron. Pero al margen de lo que dicen los expertos, de lo que sólo se ha expuesto aquí una mínima parte, hay que convenir en que el ritmo de vida al que se ve sometido el ciudadano, puede perturbarle en ese tiempo en el que es conveniente abandonarse en los brazos de Hipnos o Morfeo, a elegir. Lo dice quien duerme a placer. Pero volvamos al estudio para saber el perfil de éste último.” El “dormilón” español, es casado o con pareja estable, y su edad está entre los 35 y 49 años. ¿Están ustedes, mis queridos lectores en el grupo de los “dormilones? ¿Sí? Enhorabuena.

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