Opinión

Otro laberinto de Dédalo

Quién no ha oído hablar de la revolucionaria teoría de las cuerdas? Michio Kaku, famoso por darla a conocer, cree firmemente que Dios existe, o sea que hay una fuerza desconocida que lo gobierna todo y que ese todo depende de él. Michio Kaku, es uno de los científicos más respetados y reconocidos como una de las más grandes eminencias en el campo de la física cuántica, por lo que sus declaraciones sobre tema tan esencial mueven a reflexión. No vamos a tener la osadía de intentar entrar en los intrincados complejos de la física cuántica, de la teoría de las cuerdas, de las partículas materiales que simulan puntuales y de los estados vibracionales, entre otros enigmas y conceptos tan amplios, profundos y reservados para los que trabajan en estas disciplinas.

A Michio Kaku le llevaría un minuto explicarlos, y para los no entendidos en el asunto, llevaría un tiempo ilimitado para entenderlo y transmitirlo. El caso no es para menos. Pero leyendo algo sobre esta teoría e intentando asimilarla dentro de nuestras capacidades, se llega a la conclusión de que es algo hermoso que abre la imaginación a infinitas posibilidades que pudieran parecer excesos de la fantasía y que, sin embargo, según los descubrimientos que se llevan a cabo, actualmente el mundo estaría ante las puertas de lo nunca soñado. Llegados a punto, este genio de la física cuántica, entrevé la existencia de esa fuerza desconocida, que de existir, cada humano, con fe en un ente creador y organizador del universo, le pone un nombre.

El pronunciamiento de Michio Kaku, sobre los hallazgos de determinadas pruebas irrefutables que aseguran la existencia de tal fuerza inteligente e ignorada por el ser humano, ha causado no solo sorpresa, sino una indisimulada incomodidad en el mundo científico. Para llegar a tal conclusión, nuestro científico utilizó una tecnología inédita que lo llevó a analizar determinados comportamientos de la materia subatómica. Debido a estos estudios a gran escala, Michio Kaku consiguió dejar la materia en estado puro, libre de toda influencia, o dicho de otro modo, logró separar la materia del universo y el contacto de vacío con ella. Michio Kaku, asegura que Dios existe. He aquí otro laberinto de Dédalo con entrada libre para quien se quiera perder en los misterios que en él se encierran. Intente entrar y encuentre la salida. 

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