Opinión

Trophic Coherence

Alguien escribió: “Me llaman naturaleza y soy toda arte, estoy organizada según las leyes de las matemáticas”. De hecho, siempre se dijo que todo obedece a esa ciencia y que nada se escapa a ella. Que el mundo entero es pura matemática y gracias a tales leyes los ecosistemas sobreviven, a pesar de que el ser humano en muchas ocasiones luche contra su propia supervivencia. Así que lo que antes era un misterio y una pregunta cuya respuesta era su propio eco: ¿cómo pueden sobrevivir los ecosistemas?, ahora recibe la respuesta.

Bajo los ecosistemas subyace una propiedad matemática bautizada como Trophic Coherence o Coherencia Trófica, que es la medida de interacción entre todo ser vivo y lo que representa su alimentación. Este descubrimiento que abre infinitos campos para el pensamiento y la reflexión sobre la perfecta organización de la vida, ha sido puesto a la luz por científicos de la Universidad de Warwick (Reino Unido) junto con la Universidad de Granada. Gracias a estos estudios realizados sobre la organización por niveles de las distintas especies, nos encontramos con que cualquier presa está en un nivel inmediato en inferioridad, al depredador. Popularmente se decía, “el pez grande se come al chico”. Y así ha sido siempre y si no cambian las leyes matemáticas, así será. Si seguimos el razonamiento veremos que incluso en las lides humanas sucede otro tanto.

Las mitologías, que deberían ser obligadas asignaturas a estudiar, nos lo cuentan a la perfección. Cojamos por ejemplo el caso de David y Goliat. David, un simple pastor, sin más arma que una honda, se enfrenta a un gigante que puede aplastarlo fácilmente con su gran envergadura corporal y su tremenda fuerza muscular. Sin embargo, esta aventura dice que la superioridad no está a veces en lo que vemos sino en lo que se esconde detrás de lo mostrado. La superioridad del pequeño pastor radicaba en su inteligencia, su destreza y seguridad en sí mismo. David con su honda abate al gigante. Es nuestro ecosistema humano. Según los científicos, la Coherencia Trófica evidencia la principal explicación matemática de la arquitectura de los ecosistemas, con las cadenas de alimentación que al tiempo que crecen se hacen más invariables. Así pues, la Naturaleza con sus leyes matemáticas, nos brinda la esperanza de la supervivencia. Siempre que la deje el humano.

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