Opinión

Percepciones

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La gente con iniciativas distintas. Los que no copian con el fin de fagocitar las ideas de otros. Los auténticos. Los creativos. Los que arriesgan su opinión ante la de otros, con proyectos originales aunque no se comprendan, o critiquen, o traten de que no los hagan. Así pues, me gustó Tiziana, su idea de poner la señalada cifra en escena, en las tiendas de la marca para la que trabaja, el pasado día 24 de octubre, día internacional del 350, número que marca el límite de partes por millón como máximo seguro de CO2 en la atmósfera. Me gustó que con los más de 5.000 actos públicos realizados en todo el mundo para concienciar del peligro que señala la cifra actual de 387 partes, y subiendo 2 partes por millón cada año, también en Ourense se sumara alguno particular en pleno escaparate, como éste que miré con la alegría propia de los globos y perchas verdes de ecología, y, sobre todo, con la de Merce, Mila, Encarna, Mari Carmen, Rita, Javier y Noa, saltando por un mundo mejor.


La lluvia te mete dentro


Pensaba ir a escuchar Blues del principal en Principal, con The Big Blues Band, por ser música divertida que hace disfrutar. Pero la lluvia tan copiosa del sábado, 53 litros metro cuadrado, me metió en casa. Y dado que la decisión fue casa, otro dilema a las diez: televisión pa pasmar o un Camus de libro. Sin mayor duda ese día escogí ‘La caída’, tercera novela del Premio Nobel, porque no me digan que el título no es sugerente en los momentos actuales. Y la verdad es que ya en su comienzo el juego de leer resultó apasionante, pues, hablando de unos caballeros que sacan el cuchillo o el revól ver para resolver los problemas de las damas de las que viven, los considera de más alta moralidad que los que mata en familia, por desgaste, en una organización social (ahí tiene una profesión, una familia, tiempo de ocio organizados) que limpia como pirañas al hombre. Y no es que haya que resolver los asuntos de la vida como chulos de damas, pero la crítica es elocuente con el tipo de prostitución blanca que por pasta mata por desgaste, ocupando -en lugar de copulando- puestos de responsabilidad sin mayor capacidad pero ahogando (o sea limpiando) a los demás (mucho Camus para dormir).


Fractura de boxeador


Así le llaman a la fractura del V metacarpiano de la mano, que se produce, normalmente, a consecuencia de vulgar puñetazo. El dolor es intenso, tanto que, por ejemplo, a mi me dobló hasta hacerme perder el conocimiento en una ocasión. Fue en el Liceo de Ourense hace muchos años, cuando al fondo de la planta baja se había hecho una discoteca para jóvenes, con sus luces y cabina de disjokey, que durante años fue Alberto Fernández, sin duda apuntando ya maneras con el micrófono que después pasó a agarrarlo bien como periodista locutor de la TVG, en tiempos que aún no había conocido Izquierdos sino tan sólo derechas al frente de ella. Pero a lo que iba, aquél puñetazo no había sido de pelea sino por golpear un armario con otros agujeros; y es que aquel armario de delgada lámina de madera a la entrada de la discoteca estaba aparcado de tal manera que parecía puesto adrede para ser golpeado y abrir nuevo agujero; yo no quise ser menos que otros y arreé el guantazo de mi vida, pero con tan mala suerte que no calculé que el fino armario tenía un refuerzo en el medio, y ahí, precisamente ahí, en lo duro, en lo compacto, en lo que hace daño, chocó mi flaca mano rompiendo el metacarpiano. Dolor y no sé qué tiempo de escayola.


Ahora no sé si siguen las escayolas cerrando las fisuras óseas, pero lo que intuyo es el dolor superior que tuvo que ser para Javi Muñoz, entrenador del COB, romper este mismo hueso de la mano por la mala leche que le metió a una pared del vestuario vigués tras la actitud en el juego de su equipo en la ciudad de Vigo. Menos mal que la pared no era de carne y hueso, pues ahí podríamos estar hablando de más fracturas que la mencionada de boxeador. Haya calma, pues, y se contenga tal rabia, cual contuvo uno para siempre la idiotez de pegarle a un armario.


¿Cuántas?


Que quién tiene en su tarjeta de visita 75 referencias a currículum. Ningún Moure, ni nadie por el estilo, sino alguien que prefiere el suicidio a la gran dependencia, nombre de almirante y Zumel de apellido.



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