Valente
Y sigue la presencia del poeta en nuestras horas. Ahora, en Madrid, Galaxia Gutemberg/Círculo de Lectores, con la lectura de la presencia de José Ángel Valente a cargo de casi una docena de poetas y críticos (menos uno, que bien podría ser el silencio de la Ausencia), y con el estreno fuera de Ourense, recordemos que se inauguró esta obra en el teatro Principal, de Muros de dolor... V: José Ángel Valente-Memoria Sonora de Mauricio Sotelo para violín y electrónica 2009, interpretada en la electrónica precisamente por el propio Mauricio Sotelo y al violín por la ourensana Raquel Rivera. Valente pero seguro el poeta en reconocimiento de una humanidad pensante con neuronas además de con fotogramas. Que sigan, que sigan los actos; aunque no podamos presenciarlos físicamente, los imaginamos.
Norman Foster
Buena estrategia. Vendemos la obra como gran oportunidad arquitectónica. Que lo es, pero que no sustituye al otro tema. ¿Por dónde hacerla? La obra, claro. Por supuesto, si ya lo tienen más que decidido y no hay vuelta, hacen muy bien en traer al Sir si es que pueden, y poder debería ser si Elena Ochoa, su mujer, nos sigue queriendo como paisanos de nacimiento. Porque no me creo que un marido enamorado no atienda el deseo de su amada esposa. Sería único, sería estúpido, y este hombre, al menos lo segundo no lo parece. Hasta ahí bien. Pero no hagamos tampoco con esto otro sueño faraónico como el de la Ciudad de la Cultura, hipotecando el dinero que no tenemos en ninguna obra que nos supere. Equilibrio, pues. Al gran arquitecto, sin duda, le vendrá muy bien contar sobre el terreno con alguien a quien ya conoce y fue colaborador suyo en un proyecto en Cangas, como Juan Carlos Cabanelas, que, por cierto, sobre el Miño ha estudiado lo suyo; recordemos la exposición que se llevó a cabo en el COAG hace una pila de años (el 87) donde él fue organizador y en el que colaboraron también Luis Pérez de Juan, María Jesús Castelo, Daniel Rodríguez, José Martínez, Manolo Requejo, siendo realizado un vídeo alusivo por Miguel Piñeiro.
Pero manifestado mi apoyo absoluto a la idea de que Foster nos aporte belleza urbanística a raudales, que tanto necesitamos, no cambiemos el discurso para olvidarnos sin mayor debate de la alternativa de entrada del AVE más arriba de la presa de Velle, que no necesitaría -por emplazamiento simplemente- de tanta atracción arquitectónica. Y si el puente que se levantase ahí no requiriera de la genialidad de Foster, nos queda Estación y mucha ciudad donde su colaboración sería aplaudida hasta hacer callo las manos.
