Opinión

Percepciones

Espacio Atlántico


Una feria de arte que causó impacto. Aquí al lado. Vigo. Con las mejores galerías portuguesas presentes, al igual que muchas gallegas, y otras ausencias, de momento, como la Escola Faílde que lleva tiempo llevando a ARCO a su alumnos ourensanos, y que, seguro, su inquieto director, César Taboada, no dejará pasar otra ocasión sin implicarse de alguna manera en esta feria gallega. Muy satisfechos de ella, Xurxo Oro o Pepe Paz, por poner dos ejemplos concretos a los que oí hablar de esa experiencia, al igual que lo hizo la galerista Marisa Marimón, que en su coqueta sala inauguró recientemente una muestra singular, ‘Artificialia’, por reunir a tres fuentes femeninas de creación ourensanas; Tamara, Sara y María, encantado de conoceros.


Y es que el arte en Ourense es mucho arte. Si Lamazares se va, ¡vaya pedazo de exposición y vaya pedazo de catálogo realizado por Ché, a quien pillé casualmente tomando las fotografías del mismo!, ahí asoma ya la conmemorativa de Acisclo con ocasión de los setenta años que caen, y al que encontré hace unos días en el centro de salud de Valle Inclán, pendientes ambos de hacernos una analítica. La verdad, no sé si la causa de la suya la motiva la misma circunstancia de la edad que cumple, pero la anécdota fue que tuvo que irse sin pincharse porque tenía, como así lo ordenan, que acudir en ayunas, siendo sus ayunas las del mediodía, pues las siete de la mañana de nuestro amanecer es la hora en que el artista se acuesta; o sea, vuelva usted mañana, que diría Larra pero dijo su enfermero. Del amigo de Acisclo (¡quiero el Cristo!) también tengo que hacerme eco de algo que apuntó en la entrevista publicada este mes por la revista Auria de La Región, y que me parece brillante idea. Trata de ganar espacios para muestras permanentes de nuestros artis tas; espacios en distintas casas del Ourense histórico que se asignarían para cada uno de ellos (se entiende, de los que tienen mérito para recabar una especial atención a su obra y capacidad para actuar como efecto de llamada de un turismo cultural y artístico). Estoy con él en que podría aportar un elemento positivo a la fisonomía y espíritu de esta parte de nuestra ciudad; el problema, tal vez, estaría en vigilar los espacios, y eso que tenemos muchos funcionarios relajados, pero bien pudiera ser que con imaginación y convenios, por ejemplo con artistas noveles que a cambio de una parte de la casa para taller y cuarto pudieran preocuparse de controlar que nadie se pase de listo y de ladrón, la cosa sería posible si es posible que entre en cabezas burocráticas. Bien, Acisclo.


‘As verdades da escritura’


Fue el título de la conferencia de Luisa Castro en los interesantes ‘Encontros Literarios del Liceo’. Sugerente título, ya que por escrito y públicamente pocos dicen lo que piensan verdaderamente, más bien lo que suele estar en el guión de las buenas maneras y la orientación política. Eso creo yo, aunque la literatura permite jugar con el alter ego de cada uno. Pero Luisa Castro me gusta, precisamente, porque su novela nos muestra cual es, no digo desnuda porque me imagino siempre matices en el vestuario de una piel, pero sí saca a la ventana a su persona por deseo de participar su sentimiento a los demás. Es la forma de dominarlos, ella misma dijo.


Para escuchar a Luisa me quedé atrás en la sala, pues esta posición siempre ofrece sus ventajas, cual es la que, en un momento del coloquio en que alguien coge la palabra para disertar en lugar de preguntar al conferenciante, permite la posibilidad de comentar algo en voz baja al vecino de silla sin faltar a la educación; así, Juan Fonseca, observando el tríptico impreso para la ocasión, donde figuran ya hasta 65 nombres (algunos incluso repetidos, como la misma Luisa Castro o Rosa Regás), comentó con Chesi su propia sorpresa de no haber caído en la cuenta de que él aún no está en la nómina de estos Encontros y no sea profeta de su Liceo (curiosamente, protagonista de novela suya). Pues a ver si el año que viene ya ocupa su merecido espacio este escritor ourensano, a quien saludó cariñosamente un hábil Baltar en pasado día, con motivo de la clausura de la exposición de Lamazares, cuando conminó a la organización a comenzar el acto puntualmente, ‘pues si no, Chesi se va’. Aplíquense el cuento, liceístas: ¡no lleguen tarde!


De fin de semana


Si Nemexio Barxa se va a Barcelona con su Esculca Xustiza, sociedad de abogados para la defensa de los derechos humanos, algunos Seoane, capitaneados por Lito, tienen cita importante en Madrid; pero como no queda espacio, se lo cuento a la vuelta, de martes.



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