Opinión

Percepciones

Ourense en Madrid


El sábado por la mañana, a la primera persona que vi en la Gran Vía madrileña fue a él; un hombre afilando un cuchillo en su rueda motera, cual la llevan hoy los afiladores y paragüeros. Por supuesto, tenía que ser de aquí, como resulta siempre de alguien afila que te afila, sea incluso en Nueva York como ya me pasó. Y él mismo me lo confirmó, Aser, natural de Castro Caldelas, 22 años haciendo la calle, la misma calle de Gran Vía.


Siguiendo con el paseo matutino madrileño, si bien se resistió a la vista la galería de arte de Elena Ochoa (toma más ourensana aunque con posición social bien distinta a la de Aser), al permanecer cerrada por estar preparándose una nueva exposición y que está sita muy cerca de la calle Orense, no así pasó con el amigo Manolo Calderón, habitante ourensano de la movida que hoy justamente conmemora su treinta aniversario de aquél día en que cortó la cinta de salida con un concierto musical, que se dejó ver por el Mercado de Fuencarral con sombrero y gafas, marcando su territorio de noche Malasaña; no hay pub que se precie en la zona donde él no haya pinchado su rock de garaje. Demasiados años descubriendo grupos jóvenes como para que Manolo no goce de cierto respeto en el barrio donde el Camacho o cualquier otro bar de tipo tradicional no tenga sabor, junto a caña y boquerón en vinagre, a guitarra eléctrica.


Pero lo que había adelantado que hoy iba a contar es la razón del porqué verdaderamente Ourense fue protagonista del fin de semana en Madrid. Sucedió en el Palace, donde se celebró la XVII Gala Intercoiffure de grandes maestros peluqueros de España. Gala organizada por una empresa ourensana, JJ y azafata de la tierra. Sábado por la noche, etiqueta traje oscuro para ellos, vestido cóctel para ellas. Numeroso famoseo, que atrajo a mucha prensa rosa, motivado por repartirse distinciones de esta organización a personas destacadas en distintos sectores de la vida española, tan conocidas como Espido Freire, Bernabé Tierno, Luján Argüelles, Juanjo Puigcorbé o Norma Duval, por citar sólo a algunos de ellos. Y entre estos nombres propios, dos ourensanos destacando como auténticas estrellas; una, Lito Seoane, responsable organizador de la gala en su calidad de presidente de Intercoiffure, que fue orador permanente y permanente vendedor de las excelencias de Ourense cual si nuestra ciudad fuera el mejor peinado de su vida o el mayor secreto a voces de sillón de peluquería, ¡ay, si tuviéramos más gentes como él en nuestra tierra otra renta per cápita nos cantaría!; y Jorge Cachaldora, por galardonado con insignia de oro a la fidelidad de 25 años; ambos, bien arropados por sus familias íntimas y por otros ourensanos amigos, como Celso Delgado, a quien el gremio de peluquería le está agradecido por haber sido cabeza política del bien fiscal conseguido para la profesión, rebaja de IVA, o José Manuel Rodriguez, el gerente obsequiador de las guías del Patronato de turismo, o las Sola, juntas madre y Ledicia, y Foxo con una veintena de miembros de la Banda de Gaitas de la Diputación patrocinada en esta ocasión por el Xacobeo para animar a los LLongueras y demás maestros a ganar el jubileo este año, y cuyo sonido le sacó alguna lágrima de emoción a la medio ourensana, como ella misma manifestó a todo el público de la Gala que presentó, Pepa Fernández de Radio Nacional (me quedé con las ganas de saber su relación con Gloria Morante, pues Lito fue a buscar a Luisa para que Pepa conociera a la hija de Gloria). La ausencia ourensana, si mis noticias eran ciertas de que estaría, fue Laura Seara, directora general que recientemente apuntó cierta polémica medida de piso para la presa (para el preso ¿qué?), y más polémica medida todavía para un amigo, Carlos, por no dudar de que tal como está la vivienda no haya alguna mujer que delinca para que el Estado le ponga pisito después.


La foto adjunta de los maqueados bien pudiera parecer que no corresponde a la ocasión, pues en ella está el que aún no cité, Jose Manuel Baltar, pero sí es, pues el hecho de no cenar no evitó que el presidente popular ourensano se dejara ver. Lo que pasó es que el Bernabéu es potente imán para algunos, y uno de esos algunos es él, así que para allí marchó a mitad de aperitivo. Y doy fe de que, a pesar de que en la foto estén casi en los extremos, Celso y Jose Manuel, departieron amistosamente un buen rato antes de que el segundo tomara las de Villahiguaín, que no las de Punta Cana donde está una tal parienta María José.


Sobre las doce de la noche, después del café y de una sabrosa cena con foie, dorada y sopa de chocolate (resumiendo), salimos a la noche urbana con fotograma de cinema: vimos a una hermosa mujer de gala llevando los zapatos en la mano y saludando a las estrellas. Taxi, hotel y para Ourense, que a 27 euros/día de parking esto acaba con uno y su parné.



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