Asistí por segunda vez a la entrega de este original premio, Ourense Mundo Enteiro, aunque, cual si fuera la primera en calidad de crítico observador pues, debido a una participación activa en la anterior, los sentidos para tal menester estaban presos. Ahora, la primera mirada se posó sobre cierta decrecida originalidad, naturalmente al ser segunda edición en lugar de primera, pero, también, por protagonismo Vasile, aumentado el de Manuel Villanueva, cuestión que puede llevar a confundir Ourense Mundo Enteiro con Ourense Telecinco. Sí, ya sé que gracias a ellos (el año pasado fue Rosa Quintana, este año Silvestre, el Duque) vienen famosos con tirón, que pueden ayudarnos a decir en el resto de España, ¡Ourense existe!, lo que se agradece de veras; pero se puede cambiar algo la fórmula para que esto no derive hacia una cosa que aparente con el tiempo ser de amiguetes. Por cierto, hay que ver cómo se crean ídolos en dos días en nuestra actual sociedad, pues el actor que trajeron como atracción vaya sí cumplió su cometido; y no crean que sólo tuvo efecto en las niñas, mas sugestionables hacia el amor platónico por su candidez, sino en mujeres hechas y derechas, o de izquierdas, claro, como la misma La Región retrata en amiga Laura Seara, o Mercedes Astorga, quien apuesta más en atractivo por un desplazado al respecto Imanol Arias, y a quien debo yo privada aclaración por particular confusión. Pero fue tal el interés general por fotografiarse con el Duque, que se acercaron a mi las palabras siguientes del octogenario George Steiner: El mercado es el causante de que, hace unos cuantos años, los dos nombres más conocidos del planeta fueran Maradona y Madonna: el dios y la diosa del super kirsch planetario. Frente a esto, sólo 40 ó 50 personas pueden leer a Kant. Esto representa el poder de la nivelación por lo bajo. ¡Reflexionemos, pues, dirigentes televisivos! Este año se cambió de monasterios, de San Esteban a San Clodio, pero siempre gran marco pétreo; para el año queda Oseira, que no tiene comedor ni estrellas hosteleras, pero sí valor auténtico y frailes auténticos, y ya hablaba antes de la posibilidad de cambiar algún postulado, ¿por qué no?, que pueda ayudar a tener más significados.
Sigamos. La invitación citaba a las nueve para el cóctel de bienvenida, pero desconozco la razón del porqué esta manía de tanta gente de hacer pasar un tiempo de la hora convenida para hacer su aparición; antes era simple falta de educación, pero, ahora, ¿por qué será?; ¿vergüenza a ser primeros?, ¿tal vez, por darse importancia?, ¿quizás por simple defecto de impuntualidad?, que contesten los que llegan tarde. El caso es que, mientras esperas, te ves frente a un mantel cubierto de apetecibles aperitivos, xamón ibérico, blinis de pan con lubrigante, bouffet de empanadas, al que tienes que darle la espalda para no dejarte llevar por tu instinto animal y dejar de ser civis; más también el tiempo corre en contra de devolverte a casa a horas bajas de la madrugada. Al fin llega alguien que toca música mientras Imanol baila, así cortando la cinta de la carrera gastronómica. Respecto a la música y la gaita, una puntualización que hay que advertir a todos los seguidores de la serie de TVE, Cuéntame, para que estén al loro del término coloquial soplagaitas, o sea, tonto, pues el personaje Alcántara va a tratar de dar la vuelta a su acepción; palabra de honor comprometido del actor que lo interpreta.
Y bueno, del ambiente, más o menos, lo de siempre, es decir, nuestros políticos de costumbre, si bien del Bloque, únicamente, delegado Abelleira; eso sí, con Xosé Lois Carrabouxo justo al lado (que fue miembro del jurado, ¿jurado?). En una mesa socialista, Manuel Pachi Vázquez y Francisco Rodríguez compartiéndola con María Quintas (otro miembro del jurado, ¿jurado?) y Laura Seara, amén del girasol ciego Cuerda; había otra mesa más de socialistas, de las que podía observar mi extremada vista, con uno de los Fidalgo y los dos escuderos leales del mencionado conselleiro, Carlos Rodríguez y José Carballo. Después, otras mesas peperas, y otras más formadas por organizadores, o de personas privilegiadas para el evento, como el caso de Xosé Manuel Piñeiro, con quien aproveché a departir desde el afecto que nos tenemos sobre el fluido ideológico que nos percibimos mutuamente. También estaba el otro Piñeiro columnista de La Región, vecino de Celanova, y Mari Luz Villar, compañera de cubiertos en esta ocasión, que es la primera en disfrutar de las continuas ocurrencias y retranca de su esposo y doctor Luis Míguez, que nos hizo pasar un buen rato a todos los comensales de misma mesa. En fin, ambiente de amistad, donde se jugó con reyes, embajadores, duques y demás aristocracia; pero, si de jugar se trata, propongo sucesión monárquica en Alicia, debido a cómplice conspiración Asturiana.
Ya antes de acabar, insisto en mi visión de la posible evolución del interesante premio, en relación a su acto de entrega. Si decía Oseira es para poder seguir mostrando nuestro admirable patrimonio, pero también serviría maravillosamente para la ocasión el hermoso Teatro Principal, a fin de abrir la asistencia al mayor Ourense enteiro que se pueda; si la pena fuera prescindir de fastuosos cubiertos, desde luego, no sería mi pena. ¡A por la tercera!
