La presencia en Ourense de tres selecciones internacionales absolutas de baloncesto, incluida la española, ha supuesto algo más que la noticia del fin de semana en la ciudad y provincia. Para un territorio como Ourense, donde sus principales atractivos turísticos no son precisamente para disfrutarlos en verano resulta que la época estival no es su temporada alta. Se trata, pues, de buscar reclamos que permitan situarse mediante distintas alternativas como destino turístico de la Península. Para ello el deporte en su vertiente espectáculo ofrece una excelente vía, tal y como se ha comprobado con el baloncesto y la exitosa gira de la Eñemanía.
De por sí, sería ya un éxito el pleno hotelero de estos días en un puente como el vivido. Sin embargo, el alcance debe ir más allá puesto que se ha realizado una promoción de Ourense que debe ser tenida en cuenta. Conviene recordar que, cada vez más, la competencia entre ciudades y destinos se hace más compleja. Así, ahora de poco sirven costosas campañas publicitarias que antes eran el único medio promocional. El planteamiento consiste en darse a conocer de forma distinta y novedosa, intentando alcanzar un público cada vez más amplio. Para ello, la excusa de los Chicos de Oro (Gasol y compañía) es perfecta y las audiencias televisivas y su repercusión mediática supone una gran oportunidad.
Sin embargo, para que la eficacia sea completa, la actuación no debe limitarse a un hecho puntual. Todo lo contrario, Ourense debe consolidarse como un referente en materia deportiva de máximo nivel. No es descabellado pensar en la capital deportiva del noroeste peninsular. De hecho se cuenta con excelentes infraestructuras y dotaciones y la experiencia demuestra que se es capaz. Sólo resta que los responsables públicos se convenzan de que esta una vía para situar a la ciudad en el Mapa.
