La noticia del cambio de trazado del AVE en Ourense es, sin duda, una buena nueva de la que nos debemos alegrar. Más aún, es de justicia felicitar a los gestores y promotores de este cambio de planes entre los que destaca la iniciativa empresarial de la provincia. Casi me atrevería a decir que sin su labor en esta materia, la realidad sería muy distinta en estos momentos. Así pues, quede constancia de mi reconocimiento a todos los que han tenido algo que ver.
A partir de aquí, y visto que la presión popular consigue en ocasiones sus frutos, no está de más llamar la atención sobre otra serie de cuestiones. De forma particular, y como se viene incidiendo en foros especializados, debe preocupar que se mantenga el trayecto Ourense-Vigo sólo para pasajeros. Esto supone coartar la salida natural al oeste de las mercancías ourensanas con todo lo que ello implica: puerto, plataforma logística y norte de Portugal. En definitiva, en alta velocidad, tal y como está proyectado, sólo hay dos direcciones posibles para todo lo que no sean personas: Madrid o A Coruña. Ciertamente éste es un asunto de especial gravedad que extraña ver que no se trata como tal.
La noticia del cambio de trazado del AVE en Ourense, es, sin duda, una buena nueva Del mismo modo, resulta de gran importancia la configuración de la futura estación Empalme, puesto que se deben contemplar aspectos claves en la logística del transporte como la intermodalidad, sin la cual perdería mucho de su potencial. Es decir, se trataría de articular el tren con el otro medio de transporte relevante en nuestra provincia que es el autocar. Asimismo, se debe estar atentos a cómo van a quedar los servicios regionales de ferrocarril, ya que el AVE no va a poder solucionar todo. Finalmente, queda la cuestión del uso del suelo que se va a liberar en el tejido urbano que tiene que ser tratado con el máximo rigor. Esperemos que sea así.
