Opinión

Añoran el desfile de la victoria

 

 Siempre ocurre lo mismo. Los que más se llenan la boca con la  patria y con la bandera, terminan siendo los que más ofenden a la una  y a la otra. A ver por qué digo yo esto.

 

 Tal vez por lo sucedido en  el desfile de la Fiesta Nacional, desfile al que los insultadores,  gritadores y abucheantes seguramente lo siguen llamando 'Desfile de  la Victoria', porque es la victoria del fascismo lo que siguen  añorando y por lo que algunos siguen trabajando.

 

     Las cosas claras, queridos amigos. Pero lo más triste es que el  PP, primer partido de la oposición, contribuya a ese caldo de cultivo  como lo viene haciendo y de manera especialísima con la soflama  impresentable del vídeo de Rajoy, en el que aparecía en una extraña y  difícil mezcla entre jefe del Estado y caudillo de un movimiento  ultranacionalista. Vamos a ver, Mariano Rajoy, cuántas veces voy a  tener que decirte que regreses a la sensatez, a los tiempos en que tú  y yo íbamos a comer con otros amigos y me hiciste concebir la ilusión  de que serías un buen líder de la derecha democrática y moderada en  este apaleado país.

 

     Pero que no se me entienda mal. No estoy señalando a Rajoy como el  autor de los ofensivos gritos y berridos contra el presidente de su  Gobierno en la soleada mañana madrileña de la plaza de Colón, con el  Rey al lado y con toda la parafernalia propia del momento. Lo que no  entiendo es por qué no descalificas, Mariano, a todos aquellos,  cercanos o menos cercanos a ti, que lanzan esos jaquemates a la  democracia y a la decencia. Alguien me dirá que cómo vas a hacer eso  si estás atrapado entre sus redes o si has sucumbido a sus juegos y  presiones.

 

     Pues no sé, querido Mariano, si es así, libérate de todo eso, pero  ya, con urgencia. No esperes a que el 9 de marzo sufras una  catástrofe electoral en las generales. Aunque no sé si ya es  demasiado tarde o si lo que de verdad te conviene es pegarte el gran  tortazo en las urnas para que eso te valga de catarsis liberadora y  encuentres la paz interior y el sosiego que tanta falta te hace. Por  cierto, ¿has lamentado ya que se insultara al presidente en el  momento más solemne del desfile?  

 

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