Opinión

Susana y las coaliciones

Las elecciones andaluzas han supuesto para este país la confirmación de casi todos los augurios que se venían emitiendo. Claro que lo más importante es el triunfo de la socialista Susana Díaz, pero lo es muchísimo la derrota del PP. Es inevitable que el PSOE se sienta reconfortado y esperanzado ante el inmediato futuro, como es inevitable que el PP caiga en un pozo de muy difícil rescate, ni siquiera haciendo esas curiosas interpretaciones de los resultados del domingo o consolándose con esas detenciones de altos cargos de la Junta, por el tema de los cursos de formación, que casi hacen coincidir con las urnas. Pero no hay consuelo porque horas antes llegaba la decisión del juez Ruz sobre los papeles de Bárcenas, la caja b del PP y la terrible acusación de que este partido se ha financiado ilegalmente durante nada menos que 18 años. El resultado de las elecciones y lo del juez Ruz es una especie de maldición infinita, aunque a Rajoy parece que le da lo mismo, que no le da, claro, pero que quiere convertir la realidad en sus fantasías y las de los altos cargos de su partido. Las perspectivas conservadoras para las elecciones de mayo, septiembre y noviembre no pueden ser más negras y si son listos, deben ser los primeros en saberlo.
El resto de la historia es más sencillo. Los socialistas recuperan la esperanza de una notable mejoría a nivel de país y de ser la fuerza más votada en las generales, así como de recuperar espacio en el ámbito autonómico y municipal, en los que habían perdido espacios inmensos de poder. El resultado de Podemos en Andalucía es menos halagüeño de lo que ellos esperaban, pero entrar en aquel Parlamento con 15 diputados a mí me parece muy meritorio. Algo parecido digo de Ciudadanos. En Andalucía el PSOE de Susana Díaz podrá gobernar en solitario, con acuerdos puntuales con otros partidos, aunque sigo pensando que la estabilidad soñada por Susana se consigue mucho mejor con un Gobierno de coalición. Y sigo creyendo que tanto Susana como Pablo Iglesias se han equivocado al negar desde el primer momento la solución de un acuerdo de gobierno. Quizá para Andalucía sirva lo que van a hacer ahora, pero no puede decirse lo mismo de las demás autonomías y aun menos del nivel estatal. Es muy posible que asistamos a un alto porcentaje de gobiernos de coalición, unos, la mayoría, PSOE-Podemos, y otros PP-Ciudadanos. Eso supondría entrar en un sistema pluripartidista que es lo normal en infinidad de países democráticos.

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