Ya sé que todo el mundo te recibe jubilosamente, Año Nuevo”. Descorchan botellas de cava, cantan y se besan regocijados, porque has llegado. Pero, no creas que me engañas, 2015. Yo te acojo con reservas, Año Nuevo, y lo hago poque ya llevo conocidos a bastantes de tus antecesores. Sonríes con el chupete en la boca, al morir la noche de San Silvestre. Y la gente, Año Nuevo, te contempla con ojos llenos de esperanza. Esa gente que ha soñado con la conquista de la fortuna, con la blanca paloma que volará extendiendo con sus alas la sombra de la Paz...
Y, tú, Año Nuevo, dices con vocecita infantil: “Sí, os daré todo lo que me pidáis. Homenajeadme”. Y los Hombres y mujeres se engalanan para serte gratos, y beben vinos espumosos en tu honor, y en tu honor se organizan fiestas y saraos.
Luego, Año Nuevo, satisfecha tu vanidad infantil, crecerás rápidamente, todos los Años Nuvos en en el fondo sois iguales, olvidando las promesas como hicieron todos tus predecesores. No permitirás que la fortuna anide en el alero de nuestra casa y a lo peor, al crecer te haces malvado y pretendes robarnos algo mjuy querido.
¡Ojo, pues, 2015! No seré de que tire confetti y serpentinas porque llegues. Eres muy joven, Año Nuevo, y no adivino de qué color será tu pelaje.
Te recibo con prevención. Sabes que no me la das con queso. Si vas a portarte bien, si vas a ser bueno, sé bien venido, pero si no, 2015, por mí YA TE PUEDES IR A LA PORRA...
