Opinión

El último cigarrillo

Anoche tomé una decisión. Romper para siempre con el tabaco. Escogí las doce para celebrar mi despedida y, a la hora prevista, encendí el último cigarrillo. Me estremecí y me dispuse a fumar: 

-¡Ya estás encendido último cigarrillo de mi vida! ¡Adiós, planta que justifica el descubrimiento de América! ¡Adiós, opio económico! ¡Adiós cigarrillo! Ya noto que el calor de tu lumbre se aproxima a mis dedos. Luego, aplasto en un cenicero lo poco que me queda de ti, el último cigarrillo de mi vida... y me lanzo a la calle en busca de un estanco donde comprar otra cajetilla, porque, de tanto hablar de tabaco, me han entrado ganas de fumar.

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