A que en ciertas calles los semáforos no den tiempo a que crucen las personas de la tercera edad.
A que para asombrar a su público actores, actrices, cantantes, personajes populares digan barbaridades en ciertos programas de televisión y que luego los periodistas lo pongan en sus respectivas revistas, siempre en portada, y en letras gordas.
A que las multas de tráfico aumenten su cuantía sin tener en cuenta para nada los aumentos autorizados en el coste de la vida.
A los vendedores a domicilio de diversos productos que le ponen a uno en un aprieto con su insistencia... ¡Es tan molesto echar escaleras bajo a una linda jovencita! A esa gente que siempre se da cuenta cuando llevas la camisa sucia, pero ¡nunca! cuando la llevas limpia.
Además, ¿para qué sirven las bufandas?: -¡Cariño, dame una camisa limpia! -¡No, amor mío, otro día; hoy ponte la bufanda!