Opinión

Viva la diferencia

En la obra de Oscar Wilde "Una mujer sin importancia", una de las actrices declara:

- Nosotras, las mujeres, anhelamos ser el último idilio de un hombre.

Yo pienso que los hombres somos más egoístas, ya que deseamos siempre ser el primer amor de una mujer.

Además de ser más egoístas también somos más cobardes. ¿Acaso conocen ustedes a alguno que se atreva a probarse cinco seis trajes en una tienda cuando sólo lleva diez euros en el bolsillo?

No sé si alguna vez les he hablado de mi hijo, nos llamamos igual: José.

Una tarde sonó el teléfono y alguien probó a hablar con Pepe:

-¿El mayor o el menor? - preguntó mi hija.

El que llamaba digo que quería hablar con mi hijo.

Cuando colgó después de hablar, indicó a su hermana:

- ¿No podías referirte a mi con algo de distinto a "el menor"?

La siguiente vez que solicitaron hablar con Pepe, mi hija preguntó:

-¿El joven o el viejo?

La llamada era para mí, despúes de hablar, le dije a mi hija:"¡Gracias por lo de viejo. Ni que fuera yo Matusalén!"

En ese momento sonó el teléfono:

-¿Está Pepe?

Mi hija pensó rápido y repuso:

- Por favor, ¿le importaría, si puede, describirlo?.

Conclusión: cuando no puedas resolver un problema arréglatelas de alguna manera, existen muchas.

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