Opinión

Errejón no deja escapar su ocasión

Ningún momento mejor. Ya pueden pasar meses, que Íñigo Errejón no encontrará circunstancias más favorables a presentar  su nuevo partido y conseguir grupo parlamentario.  

Un dirigente socialista lo reafirmaba cuando comentaba  que  “Podemos está en caída libre, en Ciudadanos hay un desencanto generalizado en su ala izquierda pero nunca votarán  al PSOE actual porque detestan a Sánchez, y además la gente cree que Errejón es la cara amable del antiguo equipo de Iglesias. Se equivocan, pero ya sabes que en política se basa todo en lo que transmites, y hoy Pablo Iglesias es un dirigente que ha traicionado sus principios para asumir los de la casta, y todos los fundadores de Podemos, entre ellos Errejón, provocan simpatía porque no se han dejado contaminar por los modos de la casta”.

En el PSOE están pendientes de los pasos de Errejón y de cómo puede afectar al futuro de Pedro Sánchez. Creen que con Iglesias es imposible cualquier acuerdo de gobierno, mientras que Errejón repite por activa y por pasiva que apoyará un “gobierno progresista” y dan por hecho que contarían con sus escaños si fueran necesarios.  

El salto de Errejón a la política nacional rompe la izquierda radical y disminuye sensiblemente la presencia parlamentaria de Podemos, aunque los socialistas son muy conscientes de que sería un milagro que incrementara  tanto Mas País que solo con Errejón y PNV podrían gobernar. 

Desde la famosa cena de las empanadillas en las que la alcaldesa tropezó en una alfombra de su casa al acercarle la bandeja al exdirigente de Podemos, se cayó y rompió una pierna, Errejón  ha trabajado de forma incansable para crear unas siglas en torno a la personalidad de Manuela Carmena. Más Madrid se presentó con éxito en Madrid y ganó a Podemos. Sin embargo Errejón vio que existían buenas perspectivas para el futuro de “Más…” y se ha pasado todo el verano estudiando la posibilidad de presentar candidaturas y dar el salto a la política nacional. 

Salto con prudencia, solo en  circunscripciones con más de seis escaños. Si quiere grupo parlamentario propio, que es su objetivo, debería lograr cinco escaños y un 5 por ciento de votos nacionales.

Primero Madrid, y ahí la figura de Carmena es clave. No quiere escaño, pero en los últimos meses sin gobierno, ha sido tanteada por los socialistas para que pudiera ser ministra o Defensora del Pueblo. Es lo que le gustaría, por eso apoyará  con todas sus fuerzas a Pedro Sánchez para que sea presidente, y qué mejor manera de hacerlo que sumándose al proyecto de Errejón, que encabezará la lista madrileña al Congreso  con Marta Higueras de número dos. También se da por hecho en Mas Madrid que la número tres de la lista será Inés Sabater, ex diputada nacional, exconcejal de Medio Ambiente con Carmena… y miembro destacado de Equo. 

Más que suman

La última incorporación a Más Madrid procede de Murcia. Los dirigentes de Podemos allí han pedido la baja en el partido de Pablo Iglesias para sumarse a Más Madrid, lo que significa que Errejón podría presentarse en varias provincias con el apoyo de importantes partidos de izquierda o con un sector de miembros de su antiguo partido. De esa manera, se presenta en Zaragoza de la mano de la Chunta -peligra el escaño de Echenique-, en las tres provincias valencianas de la mano de Compromis. y cuenta ya con una pequeña infraestructura en Málaga, Sevilla, Vizcaya, Baleares y A Coruña. Además de Madrid, donde tiene desde mayo representación en Ayuntamiento y Parlamento regional, y ha llegado a un acuerdo con Equo.

En el parlamento madrileño se quejan de las ausencias de Errejón, que han provocado que no se tomaran en consideración iniciativas que ha presentado Más Madrid estos meses porque faltaba la firma de su portavoz. Las ausencias se debían a la frenética actividad que desarrolla Errejón en las plazas en las que quiere presentarse a las elecciones generales. Lo hace contra reloj, porque mientras otros partidos nacionales cuentan con sedes, infraestructura y cuadros, Más País ha tenido que “inventar” todo, hasta el nombre. Y no puede echar mano Errejón de mucha ayuda porque tiene lo que tiene: muy poca. Un puñado de incondicionales que le acompañan desde que dejó la ejecutiva de Podemos, y, en las últimas semanas,  miembros de Podemos que se han ido acercando a medida que veían que su partido podía ser serio, más que un grupo de  desencantados   con Iglesias y Montero, y que han llegado al límite su paciencia ante decisiones incomprensibles tomadas por los dos desde que se celebraron las elecciones de abril y mayo.

Antiindependentista

El reto que se ha marcado Errejón era presentarse en Cataluña, clave por el número de escaños en juego y clave para tener voz en Congreso y Senado ante un problema que hoy protagoniza la política española, y en la que Errejón es menos ambiguo respecto a los independentistas que Iglesias y Colau.

La alcaldesa no quiere de ninguna manera pasarse al bando de Errejón.  Sus relaciones con Iglesias son manifiestamente mejorables, pero a Colau no le tientan en absoluto las posiciones de Errejón respecto al llamado "procés".  Errejón, asumido que no contará con el apoyo de Colau aunque lo ha intentado, se ha acercado a un dirigente político sindical con gran prestigio en Cataluña, Joan Coscubiela, secretario general de CC.O. en Cataluña durante ocho años y parlamentario catalán que ha protagonizado sonoras intervenciones en la cámara autonómica contrarias al independentismo. Errejón aspira a contar con él y colocarlo en lo alto de la lista por Barcelona.

Más País se incluye ya en todos los sondeos que manejan estos días los partidos nacionales. Y en todos ellos les dan representación en el Congreso de los Diputados. Pablo Iglesias no se equivocó cuando quiso contar con gente de peso al fundar el partido,  aunque  esos fundadores no han durado ni cinco años a su lado. Eran, eso sí, personas de criterio e inasequibles al desaliento.  Como Errejón, que se ha sacado un partido de la manga en unas semanas y puede dejar a Podemos fuera de juego.

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