Opinión

Esto va de ayuntamientos

Importan las elecciones autonómicas, pero los gobiernos importantes ya están pillados, con la excepción de Madrid. El 26M no afecta a los de Cataluña, Galicia, País Vasco, Andalucía y Valencia, así que Madrid es el único objeto de deseo. Si pierde esa plaza, en manos del PP desde tiempo inmemoriales, Pablo Casado recibirá un castigo de imprevisibles consecuencias, a pesar de que diga en El Mundo que ni se le pasa por la cabeza dimitir y que las legislaturas duran cuatro años. 

Sea cual sea el resultado de Madrid, tendrá un único responsable, Casado, que se empeñó personalmente en lanzar a una desconocida Isabel Ayuso como candidata a la Comunidad aunque desde su entorno le sugerían nombres que podían sumar más votos. También importa el Ayuntamiento, pero tras la etapa Carmena, no se puede culpar a Pablo Casado de pérdida sino más bien de no recuperación. Que no es lo mismo. 

El resultado que puede hundir o ensalzar a un partido el día 26 se centra por tanto en las alcaldías. La derecha da por inalcanzable Barcelona, que quedará en manos de la izquierda, socialista o de ERC, pero es importante para el PP mantener la capital más importante de las pocas en las que gobierna, Málaga, aunque de nuevo pueden pasar factura los errores nacionales que promovió Pablo Casado, El partido ha sufrido un importante revolcón al colocar al periodista Pablo Montesinos en la cabeza de la lista al Congreso, aunque queda la esperanza en Génova de que se produzca algo habitual en las elecciones municipales: el peso de los buenos candidatos sobre las siglas. A Francisco de la Torre, como le ocurría a Francisco Vázquez en A Coruña y ahora a Abel Caballero en Vigo, les votan incluso militantes de otros partidos, porque importa la eficacia y la cercanía más que las siglas con las que se presentan. 

También Podemos -que recibió un bajón considerable el 28 de abril aunque Iglesias actúa como si hubiera ganado las elecciones- saldrá muy dañado si no consigue los tres bastiones municipales conseguidos tras pactar con el PSOE, Madrid, Barcelona y Zaragoza. El panorama ha cambiado, ni el Psoe y el Podemos de hoy se encuentran en la misma situación de hace años; Podemos se ha dejado las confluencias en el camino y Errejón apoya a Manuela Carmena con unas siglas que no comparte Pablo Iglesias. Si se mantiene Carmena en la alcaldía , con toda seguridad Iglesias se apuntará el tanto, faltaría más, pero como diría Arrimadas, “no cuela”. Carmena va por libre, como ha demostrado durante su mandato.

Los partidos consideran el 26-M la segunda vuelta de las generales del 28 de abril. Lo son. A Sánchez, Casado, Rivera e Iglesias les preocupa al máximo, aunque Rivera se encuentra en situación óptima: la vez anterior apoyó al PP y al PSOE, pero se negó a formar parte de ningún gobierno. No tiene nada que perder.

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