Opinión

Golpe contra Manos Limpias y Ausbanc

Luis Pineda, presidente de Ausbanc, supo que la presidenta andaluza, Susana Díaz, había confirmado su visita a la caseta de la cadena Ser en la feria de Sevilla. No lo dudó y allá se dirigió y no tuvo dificultad para que le dejaran pasar, Ausbanc era una entidad bien conocida, y el propio Pineda era un participante asiduo en tertulias de radio y televisión. Pineda logró su objetivo, fotografiarse con Susana Díaz, y se encontró con la suerte de cara porque también consiguió foto con Pedro Sánchez. Dos pájaros de un tiro. Para el presidente de Ausbanc, aparecer junto a “famosos” ha sido elemento clave para su aceptación social y que se le abrieran puertas que suelen estar cerradas para el común de los mortales. Cuando regresaba de la feria sevillana, fue detenido en la estación de Atocha nada más bajar del AVE.

La operación Nelson se ha llevado por delante a dos personajes que se movían como peces en el agua en las aguas judiciales, bancarias y empresariales, y que aparecían ante la opinión pública como justicieros y defensores de los derechos de los más desfavorecidos. Pineda, creador del grupo Ausbanc, cuyo principal haber es un grupo de revistas, considera que Ausbanc es una entidad defensora de los consumidores. Miguel Bernad, secretario general de Manos Limpias, considera que es una entidad sin ánimo de lucro. Basa su actividad en presentarse como acusación popular en multitud de causas de todo tipo y condición, ha sentado a la infanta Cristina en el banquillo, y ha logrado una casi permanente presencia en los medios de comunicación por lo que considera lucha implacable del sindicato contra la corrupción. Junto a la abogada López Negrete están imputados por apropiación indebida, ya que ella y Bernad se repartieron a medias casi 100 mil euros de la caja de Manos Limpias. Alegaron en su defensa que era la cantidad que les correspondía por su trabajo profesional . Lo que no se casa con la idea de que el supuesto sindicato es una entidad sin ánimo de lucro en la que también supuestamente sus abogados trabajan sin recibir honorarios, solo cubriendo gastos.

ANTECEDENTES OSCUROS

La operación Nelson y posterior detención de Pineda y Bernad no ha sorprendido a casi nadie de los que conocen bien el mundo de la comunicación, la banca y la empresa. Pineda, hombre destacado de las juventudes de Fuerza Nueva que fue condenado por asalto a mano armada de una mujer mayor, en su domicilio, a la que obligaron a firmar un cheque al portador y entrar el dinero que tenía en casa, así como los ahorros de su empleada, llevaba años de protagonismo mediático ya que utilizaba sus contactos periodísticos para formar parte de tertulias en las que aparecía como el defensor de las víctimas de abusos bancarios.

Cuenta en su haber con importantes logros, como la anulación de las cláusulas suelo, que la semana próxima analizará el Tribunal de Justicia de la UE en Luxemburgo para determinar si los bancos deben restituir a los afectados la integridad de las cantidades que pagaron de más. Por cierto, la fecha de la vista está fijada para el día 26, día de San Nelson, y los que defienden a Pineda y afirman que su detención está promovida por “los grandes” a los que ha causado un gran perjuicio.

Por mucho que los defensores de Pineda y Bruned vean manos negras en la operación, los hechos son tozudos. Desde que se produjo esa detención han aparecido varios testigos que han explicado las extorsiones a las que habían sido sometidos si no pagaban importantes cantidades de dinero a Ausbanc, bien contratando publicidad en sus publicaciones o comprando docenas de miles de ejemplares. La asociación entre Pineda y Bernad, entre Ausbanc y Manos Limpias, daba más potencia a los extorsionadores, pues además de las acciones judiciales se sumaba la amenaza de destruir biografías o arruinar proyectos empresariales si no se avenían a pasar por la caja. De Manos Limpias o de Ausbanc, sobre todo de esta última “asociación de consumidores”. En la página negra de esta historia quedará la certeza de que la mayoría de los extorsionados pagaron y callaron. Entre ellos, importantes entidades bancarias. La falta de denuncias impidió que se tomaran hace años las medidas judiciales que se han tomado ahora.

TODOS CALLABAN

Las noticias sobre las extorsiones sufridas por bancos, empresarios, y directores o propietarios de sociedades crediticias o inversores, copan estos días el espacio más relevante de los distintos medios de publicación. Algunos de ellos han tenido a Pineda entre sus colaboradores, porque su capacidad de seducción y de convicción era ilimitada. Hasta que se encontraba con un posible “cliente” difícil de convencer y entonces recurría directamente a la amenaza, como lo demuestras las grabaciones realizada por una de sus víctimas, Javier López, que estos días explica su calvario ante diferentes medios, y que a pesar de las grabaciones no ha conseguido que el Supremo, ante el que recurrió Pineda tras una primera sentencia condenatoria, le diera la razón por la ilegalidad de las grabaciones que presentaba. Hoy, se ve obligado a pagar 600 euros diarios a Ausbanc, explica, por no someterse a una extorsión en la que Pineda le amenazó con desacreditar su empresa y arruinarle. Por esa “piedra” han pasado desde Rodrigo Rato cuando era presidente de Bankia, hasta el presidente de Unicaja.

A través de su coordinación con Bernad y Manos Limpias, se negociaba también la retirada de la acusación popular, como ocurrió con Braulio Medel en el caso de los ERE de Andalucía y como todo apunta que ocurrió con Miguel Tejeiro, ex secretario de Noos, al que la abogada de Manos Limpias pedía 11 años de prisión y retiró la acusación a las pocas horas de que se iniciara el juicio, por lo que fue absuelto. De hecho, el caso Ausbanc y Manos Limpias se descubrió cuando un banco denunció que estaba siendo extorsionado: junto a otro banco se les pedía tres millones de euros para retirar la acusación contra la infanta Cristina. Hasta ese momento no se había formalizado ninguna denuncia contra Pineda y Bernad.

En sus entrevistas de estos días, Javier López explica que la primera vez que acudió al despacho de Pineda cuando le propuso que hablaran sobre la posibilidad de dar publicidad a sus revistas –antes de que la negativa provocara la extorsión- le hizo pasar por un pasillo en el que aparecía junto a personajes de la mayor relevancia, como para dar a entender que sus contactos eran muy importantes. Entre ellos, miembros de la magistratura y de la fiscalía.

Han caído Pineda y Bruned, que hoy duermen en prisión. Lo que sorprende, e incomoda, es que eran multitud los que conocían sus extorsiones, chantajes y modus operandi. Pero todo el mundo, o casi todo el mundo, callaba.

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