Opinión

La Reina abucheada

La reina Letizia ha sido abucheada cuando acudía a un acto de tipo solidario, y ha tenido que escuchar gritos de Fuera” y “Sofía”. Triste.  Preocupante y triste. Doña Letizia ha pecado de imprudente el domingo de Resurrección al no anteponer sus obligaciones institucionales y dejarse llevar por sus sentimientos protagonizando una escena impropia de una familia real: tratar de impedir que la reina Sofía se hiciera una fotografía con sus nietas Leonor y Sofía. Una madre tiene todo el derecho a proteger la imagen de sus hijas, pero cualquier tipo de desavenencia familiar se plantea en el ámbito familiar y no ante medio centenar de cámaras convocados para una sesión fotográfica. Más aún cuando sabe doña Letizia que cualquier fallo que cometa un miembro de esa ramilia afecta a la imagen de la institución que representa, la Corona. Más imprudente es todavía el gesto de la Reina cuando la situación política

está como está, crece el número de españoles que no ocultan su disconformidad con la Monarquía, y una región española vive  unos meses de inestabilidad total porque unos políticos irresponsables pretenden romper la unidad de España y proclamar la república independiente de Cataluña. Ante ese conflicto que preocupa a todos los españoles, la figura del rey Felipe ha sido un referente  ante el desafio independentista.  A ese desafío ha hecho más daño el discurso del 3 de octubre que la aplicación del 155,  la inflexibilidad de los partidos constitucionales con los independentistas o la contundencia de la ley caída contra los disidentes. Por eso era obligado que nadie de la familia real cometiera el menor error y se presentaran firmemente unidos en torno al rey Felipe. No es casual que el rey Juan Carlos apareciera en la misa de Resurrección después de años de ausencia, como no es casual que don Juan Carlos y doña Sofía  coinciden con frecuencia en actos institucionales en las últimas semanas.

Se sienten concernidos con la responsabilidad de representar una Corona   indestructible ante los problemas que agobian hoy a todos los españoles. Doña Letizia, como tantas nueras, puede tener diferencias con su suegra,  pero está obligada a medir cuándo y dónde puede expresar esas diferencias.  Más aún cuando ella es reina, su suegra es una reina muy querida, y  los españoles desean ver cercanía entre doña Sofía  y don Juan Carlos con unas nietas con las que apenas aparecen en público y, es de dominio público, no porque ellos no busquen esa cercanía.

La reina Letizia ha sido abucheada y debería reflexionar sobre lo ocurrido. Son abucheos que duelen y  entristece a quienes respetan  y sienten afecto hacia la primera familia española y saben además, sabemos, hasta qué punto es relevante el papel que han jugado  los reyes Juan Carlos y Felipe en la historia reciente y debe seguir jugando en el futuro. Porque no hay muchos más referentes a los que agarrarse ante las maniobras de los que quieren romper España.

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