Opinión

¿Quiénes piensan en España?

A muchos se les llena la boca presumiendo de patriotismo, pero a la hora de la verdad salen al aire sus miserias. Los que más presumen son los más deben callar. 

¿Me refiero a Vox? Sí, me refiero a Vox. Más allá de su programa en el que apenas van más allá de negar el cambio climático, la violencia de género y considerar asesinos y violadores a los inmigrantes magrebíes, podrían haber analizado las consecuencias de imponer sus ansias de poder a cualquier otra consideración. 

Se puede servir a tu país desde cantidad de cargos institucionales sin necesidad de sentarse en la mesa del consejo de ministros, y se trabaja mejor por los españoles contribuyendo a que gobierne un partido que cuenta con un proyecto sólido. Lo inadmisible es ponerle chinitas en el camino sabiendo que el PP pierde votos cuando existe la sospecha de que varias de sus carteras serán para Voz. Existen multitud de despachos desde los que se hace más por los españoles que desde algunos ministerios, como hemos visto en el último Gobierno. Pero Vox exigía ministerios. Como Feijóo no lo garantizaba, Vox se ha empeñado a fondo contra el PP … provocando que ex votantes de Cs y del PSOE cambiaran de idea y acabaran votando a Pedro Sánchez por rechazo a Vox. 

Nos enfrentamos al peligro de que se repita una coalición socialista con socios que no defienden la unidad territorial de España ni la Constitución. Junts, de momento, ha puesto sobre la mesa una condición indispensable para votar la investidura de Sánchez: indulto a Puigdemont y referendum en Cataluña. 

La situación es dramática. Este mismo lunes ha bajado la bolsa y se han producido movimientos en el mundo de la inversión extranjera. Lo vamos a pasar mal si se concreta un nuevo “Frankenstein” reforzado. Otra posibilidad es que el bloqueo obligue a nuevas elecciones y que los españoles se lo piensen mejor antes de dar sus votos a quien no los merece, o piensen si es inteligente tirar el voto apoyando a quienes no tienen ninguna posibilidad de escaño pero sí de impedir que el escaño que pierden vaya a un partido serio. 

Cabe un gobierno pactado entre PSOE y PP, y es significativo que Sánchez enviara un mensaje a Feijóo diciéndole que tendrían que hablar. Pero conociendo a Sánchez es difícil creer que renuncie a ser presidente, aunque el PP ha ganado las elecciones.

Porque las ha ganado. Pero en esta España en la que siempre ha gobernado el partido ganador -Felipe González incluso se negó a buscar una alternativa a Aznar cuando le superó el PP por estrecho margen- ya hay quien ve a Feijóo como perdedor.

Toca esperar, pero la cosa pinta mal, Solo un acuerdo de colaboración entre PSOE y PP podría dar estabilidad a una España que lleva años soportando bajezas y chantajes cruzados entre miembros y socios de una coalición. 

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