Opinión

El traspié de Rajoy

No ha hecho autocrítica, aunque otros lo han hecho por él. Tanto Jesús Posada como García Margallo han reconocido que los resultados del PP en la contienda andaluza no han cubierto ni de lejos las expectativas, pero Mariano Rajoy no se ha expresado en los mismos términos en la reunión de la ejecutiva , y debería haberlo hecho.
El principal responsable de lo ocurrido en Andalucía es Rajoy. Más que Moreno Bonilla, aunque los dos se han dejado la piel tratando de echar por tierra lo que auguraban las encuestas y lo que se percibía en la calle. Rajoy entre otras cosas es responsable de la elección de Moreno, en contra del criterio de multitud de dirigentes andaluces y de la propia Cospedal.
El mal resultado del PP no se debe a la debilidad del candidato, el de Ciudadanos no es mejor que Bonilla y  su partido ha conseguido un resultado espectacular porque cuenta con un dirigente, Albert Rivera, que ha encandilado por  el papel que ha tenido en Cataluña en los últimos años y por la forma en que se expresa,  muy cercano. El problema de Rajoy es que en una campaña electoral cuenta  la gestión del gobierno nacional aunque sean unas elecciones autonómicas, y Rajoy ha encabritado a  sus votantes, de diestra y de siniestra. Por la dureza de sus medidas económicas, por el aborto, por la forma en que designa a sus colaboradores, por la corrupción –que  no ha afectado al PSOE a pesar de que el PP ha puesto más mecanismos que nadie para luchar contra la corrupción- y también por su política respecto a Cataluña, que muchos de sus votantes consideraron tibia aunque ha conseguido parar los pies a los in

dependentistas. Pero ese es el problema de Rajoy: que no ha sabido explicar su lucha contra al corrupción,  su política respecto a Cataluña,  o  la necesidad de tomar medidas drásticas para salir del hoyo económico. Seguramente ha sido mejor presidente de gobierno que otros que se han puesto medallas … pero no se ha tomado la molestia de explicar a los españoles, con gesto cercano y con demostración clara de la sensibilidad que tiene y que sin embargo esconde, que ha hecho cuanto estaba en su mano para tratar de que este país saliera adelante,  con una economía más sólida que facilitara la creación de nuevos puestos de trabajo.
Hará mal Rajoy si no toma conciencia de que las elecciones andaluzas han demostrado que su  forma de gobernar provoca un rechazo que afecta a sus candidatos. Es un problema especialmente complicado porque Rajoy tiene poco que ver con la imagen de hombre frío y distante que transmite.  Sin embargo  no mueve un dedo para mostrarse tal como es y explicar por qué toma determinadas decisiones y con qué espíritu las toma.  
Si quisiera,  podría enderezar la situación actual. Pero… no da muestras de que esté por la labor.

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