Opinión

El último cartucho de Pedro Sánchez

Feijóo y López Miras no pueden ceder ante Abascal y permitir que Vox forme parte de un gobierno de Murcia presidido por el PP.

La segunda y definitiva votación para elegir al presidente murciano se producirá pocas horas antes del cara a cara que se celebra esta noche entre Pedro Sánchez y Feijóo, un debate que los socialistas confiesan que es el último cartucho que le queda a Sánchez para mantener La Moncloa; la última oportunidad para la remontada definitiva.

Si se inicia el debate con López Miras elegido presidente gracias a Vox, que ha conseguido a cambio formar parte de su gobierno, Feijóo está perdido. O casi. Porque será muy difícil sacar a Pedro Sánchez del discurso machacón de que el PP se alía con la extrema derecha para conseguir el poder, se alía con la extrema derecha cuando Feijóo ha repetido hasta la saciedad que no quería hacerlo, y se casa con una ultraderecha que pretende anular derechos sociales propios de las democracias europeas. No le valdrá a Feijóo la acusación a Sánchez de que él ha gobernado con la extrema izquierda y además se asoció con Bildu y con los independentistas; no le valdrá porque es algo tan asumido que insistir en esos pactos malditos podría hacer pensar que el líder del PP no es capaz de encontrar argumentos sólidos para defender una coalición con Vox.

Si se inicia el debate con López Miras elegido presidente gracias a Vox, que ha conseguido a cambio formar parte de su gobierno, Feijóo está perdido

Tanto López Miras como Feijóo aseguran que no aceptarán la coalición con Vox porque no necesitan sus votos como ocurría en Valencia o en Extremadura, (les vale con la abstención) y por tanto no pueden exigir la entrada en el Ejecutivo. Veremos en qué queda la cosa, pero es probable que en Moncloa pongan velas al santo al que Sánchez considere milagroso, para que el PP ceda ante Vox. López Miras se inclina por repetir elecciones antes que a gobernar de la mano del trío Abascal, Buxadé y Méndez Monasterio, pero… nunca se sabe.

algo debe influir cuando Pedro Sánchez ha anulado su agenda electoral durante cuatro días para dedicarse en exclusividad a preparar el debate

Repiten los expertos que un debate no cambia el caballo ganador, que a diez días de unas elecciones el voto está muy decidido, pero algo debe influir cuando Pedro Sánchez ha anulado su agenda electoral durante cuatro días para dedicarse en exclusividad a preparar el debate. Feijóo, más tranquilo, ha mantenido su programa, dedicando las dos tardes del fin de semana y el propio lunes al cara a cara. Explican en Génova que lo tiene muy trabajado, muy estudiado y que sabe perfectamente que el asunto murciano es clave para Pedro Sánchez, que le atacará sin piedad si López Miras cede ante Vox. Lo que no preocupa a Feijóo porque no va a ceder. Menos aún cuando Vox, al presentar su programa electoral hace tres días, hace alarde de su proyecto de demolición de leyes que el PP no tiene la menor intención de derogar.

En casi cincuenta años de democracia, nunca se ha vivido un debate electoral con tanta expectación.

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