Opinión

UpyD se desintegra

El principio de la desintegración de UPyD, proceso de desintegración que puede ser definitivo, se encuentra en el catedrático de Derecho Administrativo Francisco Sosa Wagner, que fue cabeza de lista al Parlamento Europeo hace seis años y repitió en esa cabecera el pasado mes de junio. Al poco, escribió un artículo en el que expresaba su convicción de que UPyD tenía que hacer un esfuerzo para tratar de llegar a la convergencia con Ciudadanos, el partido que Albert Rivera había fundado en Cataluña y pretendía convertir en un partido de ámbito nacional. Mal asunto ese artículo: Sosa Wagner sufrió seis horas de improperios en el comité de dirección en las que no faltaron incluso descalificaciones personales –solo Irene Lozano le pidió después públicas disculpas- y acabó renunciando a su acta de eurodiputado y al partido.

Antes incluso de las elecciones andaluzas hubo voces partidarias de negociar con Ciudadanos, y la propia Rosa Díez se avino entonces a sentarse en una mesa junto a representantes de Ciudadanos; la reunión fue un fracaso.

Ella alegó que en su afán de crecer Ciudadanos no realizaba los necesarios controles que garantizasen la valía y trayectoria limpia de los nuevos militantes, en Ciudadanos aseguraban que habían accedido a realizar esos controles y además le habían ofrecido la presidencia del partido unificado, ofrecimiento que Díez afirmó que nunca le había llegado y, como temían con razón los que veían imposible cualquier tipo de pacto porque la presidenta de UPyD no estaba por la labor, vieron que se cumplían los pronósticos y no se alcanzaría un acuerdo. Las consecuencias fueron que la baja de militancia en UPyD empezó a ser atronadora, y en la mayoría de los casos la mayoría de esos militantes iniciaron un acercamiento hacia Ciudadanos o directamente pedían el alta en el partido de Rivera.

Entre los miembros de UPyD que más convencidos estaban de la necesidad de la convergencia se encontraba el asturiano Ignacio Prendes, uno de los referentes del partido porque fue quien tuvo en su mano la formación de gobierno en su región. Él inclinaba la balanza a favor del PSOE de Javier Fernández frente a Foro Asturias de Alvarez Cascos. Prendes incluso recibió la oferta de Albert Rivera de sumarse a sus filas, pero decidió ser leal a las siglas con las que había ganado su escaño de parlamentario y se mantuvo en UPyD. Sin embargo sí accedió a que su secretaria fuera la representante de Ciudadanos en la Junta Electoral, argumento que ha utilizado ahora Rosa Díez para acusarle de haber engañado a su partido. Prendes explica que accedió a esa designación porque estaba convencido de que se llegaría a un acuerdo entre los dos partidos.

También hubo desmarque en Bruselas. De los cuatro eurodiputados, dos de ellos, Fernando Maura y Enrique Calvet, apostaron abiertamente por llegar a acuerdos con Ciudadanos y empezaron a realizar acciones conjuntas con los dos diputados de ese partido, Juan Carlos Girauta y Javier Nart. La relación con sus compañeras Maite Pagazaurtundúa y Beatriz Becerra se convirtió en inexistente.

En este escenario tenso, con profundas tensiones en varias regiones, Rosa Díez cada vez más cuestionada por su intransigencia ante los que le pedían un acercamiento a Ciudadanos, y con su brazo derecho Martínez Gorriarán echando permanente leña al fuego, se celebran las elecciones andaluzas con un resultado que da la razón a los que advertían que Ciudadanos se había convertido en el referente de quienes hasta entonces eran los votantes de centro en los que se nutría UPyD. La noche electoral varias voces importantes exigen que se revise la política respecto a Ciudadanos y, cuando Díez se niega a dar un paso atrás, en la primera reunión de la directiva se producen varias dimisiones de directivos, entre ellas las de los diputados nacionales Irene Lozano y Álvaro Anchuelo. La reacción de Díez es designar un nuevo número dos del partido, el abogado Andrés Herzog, y convocar un congreso extraordinario… para después del 24 de mayo.



el adiós de Cantó

Esta semana la crisis se hace tan aguda que ya es imposible pensar en un futuro claro para UPyD en solitario y con Rosa Díez como presidenta del partido. En una triste rueda de prensa, el diputado Toni Cantó, candidato además a presidir la Generalitat de Valencia, anuncia que renuncia a la candidatura y también a su acta de diputado. A continuación Irene Lozano da un paso adelante para anunciarse como candidata a la presidencia de UPyD… y desde la dirección comienzan a llegar burofaxes a las sedes más díscolas: expulsión de Prendes sin abrir expediente previo, anuncio de gestoras en Andalucía, Castilla y León y Asturias, baja de militancia de Calvet y Maura y exigencia de que entreguen sus actas de diputado…

Rosa Díez dice sentirse engañada. Los disidentes defraudados por negarse a aceptar que lo inteligente es llegar a un acuerdo con Ciudadanos. Insisten que Rivera mantiene la mano tendida y se debe aprovechar esa oportunidad, pues hoy necesita a UPyD pues no cuenta con la infraestructura necesaria, ni con los candidatos necesarios, para presentar una buena y sólida oferta en las autonómicas y municipales del 24 de mayo, pero si se deja pasar el tiempo Ciudadanos logrará montar esa infraestructura y sumar personalidades dispuesta dar el paso para entrar en un partido que está en alza, de moda.

Si no ocurre un cataclismo –y podría ocurrir, hay quien piensa que Díez podría verse obligada a adelantar el congreso- Irene Lozano cuenta con bastantes papeletas para convertirse en la nueva presidenta de UPyD frente a una Rosa Díez que ha demostrado tener maneras y coraje suficiente para fundar un partido pero a la que ha perdido su personalismo.

Lozano habla a diario con Cantó, al que gustaría integrar en la lista que presentará en el congreso del partido. También es fácil deducir que en esa lista podrían estar algunos de los dirigentes que más distancias han marcado estos días con Rosa Díez y a favor de converger con Ciudadanos, como Anchuelo, Prendes, los eurodiputados Maura y Calvet o dirigentes regionales ahora expulsados. Que gane ese congreso es difícil predecirlo, dependerá también de que Rosa Díez confirme que se presenta candidata y qué estrategia sigue hasta entonces.

Se puede apostar sin temor a equivocarse, que antes de fin de año, Ciudadanos habrá llegado a un acuerdo importante con UPyD. O, si en UPyD se mantiene Rosa Díez, entonces Ciudadanos llegará a un acuerdo con la plataforma que aglutine a miles de personas que hoy forman parte de UPyD pero ya no se sienten parte del proyecto que defiende Rosa Díez. Entre ellas algunas de las figuras más conocidas de ese partido que parece dar sus últimas bocanadas.

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