Si privilegiados son los que hoy tienen empleo más lo serán en el futuro aquellos estudiantes que hayan sabido ver la opción ganadora que presenta la Formación Profesional. En estos momentos de inicio de curso la orientación se desenvuelve buscando el desarrollo de las facultades personales y un estudio del Centro Europeo para el Desarrollo de la Formación Profesional calcula que para 2030 los nuevos puestos de trabajo que se creen en nuestro país saldrán un 65 % de profesionales con FP de grado medio y un 35% con cualificaciones altas, que engloba a títulos universitarios y la FP Superior. Atrás queda aquella Formación Profesional de los años 70. Hoy todos los ciclos formativos conllevan prácticas en las empresas lo que la convierte en laboratorio de construir profesionales a medida de las realidades empresariales. La FP española ha ido ganando calidad, variedad de elección alternativa, formación teórica y práctica y ha incluido el plus de obligar a plantearse qué proyecto profesional tiene el estudiante, es decir estimular el emprendimiento en un país donde se corre la maratón de los funcionarios públicos.
La modernidad y el futuro vienen de la mano de la Formación Profesional, ese programa académico que ha demostrado ir con los tiempos caminando paralelo a realidades hoy en boga: el mundo gastronómico, el diseño y la moda, salud medioambiental, la biotecnología, la mecatrónica ... todo un universo desde los años 90 que supone ciclos y títulos para responder a las necesidades demandadas.
Pese a esta realidad creciente del mercado laboral de más titulados en Formación Profesional, los españoles manifestan distancia y prejuicio sobre esta opción académica para los jóvenes. En nuestro país la FP obtiene una puntuación suspensa: 4,82 sobre 10, mientras que el bachillerato está valorado con un 7,61 y la universidad con 8,32.
Sobre esta mala imagen de la FP ha hablado el presidente Sánchez declarando que “la FP tiene una imagen social injusta, que no se corresponde con el momento que vivimos. No son trabajos de baja cualificación, hay que prestigiarla”. Un llamamiento presidencial en un país donde las cifras del mes de julio hablan de un desempleo del 14,3% y el sentir general pronostica que habrá que vivir con un alto paro estructural. Los menores de 25 años suponen un 35,1% y los mayores de 24 un 13%. Como las comparaciones sirven para formar criterio conviene añadir que Alemania tiene 3,6% de desempleo en el mismo mes, el Reino Unido 4,7% y Francia un 7,9%.
La Formación Profesional de Grado Superior sí se está prestigiando frente a la universidad, ya que presenta cifras de inserción laboral iguales o superiores a las de los títulos universitarios. La demanda laboral hacia el futuro va en la línea de más técnicos en grados medios y la Formación Profesional dual -la que ofrece estudio académico y prácticas en empresas- se prestigia como modelo tomado de Alemania.
