Opinión

Año nuevo, viejas mentiras

Comenzamos el año 2018 enviándonos mensajes con los mejores deseos de que los problemas  se vayan solucionando,  que tengamos un año lleno de felicidad y que hagamos esfuerzos para cambiar lo que no estamos haciendo bien para lograr que se cumplan estos buenos propósitos, pero los acontecimientos del día a día se empeñan en enviarnos señales de que por desgracia, al menos en algunos aspectos, no solo no avanzamos, si no que, claramente, estamos retrocediendo. 

La mentira está tan presente en nuestra vida que podemos decir que sin ella no se entendería la mayor parte de las cosas que hacemos al cabo del día, pero lo peor de todo es que estamos tan habituados a ella, que terminamos por creernos que si compramos un coche a plazos. es mejor, y en parte es cierto,  que si lo pagamos al contado; que si sube el recibo de la luz, es porque no hace viento, ni llueve, y en parte es cierto; que los intereses del capital son negativos, y en parte es cierto; que si compramos bitcoins nos haremos millonarios, y en parte es, o fue, cierto;  o que si tomamos la píldora xx, adelgazaremos 15 kilos en un mes y nos pondremos guapos y atléticos, y en parte es para llorar a moco tendido.  

Nunca se ha mentido tanto, nunca hubo tanta publicidad engañosa. ¿Cuánto está pagando por su crédito? Estoy pagando 1.600 euros al mes, contesta ingenuamente el endeudado, pues bien,  gracias a nuestra mediación, nuestra compañía negociará con los bancos y Vd., pasará a pagar 450euros mensuales por el mismo crédito. ¿Qué le parece? ¡No me diga! Qué feliz me quedo, me han quitado Vds., un gran peso de encima. Y cosas así.

El otro día, en el concesionario de automóviles de un viejo amigo, le visitaba un comercial de un banco ofreciéndole una subida de la comisión para el nuevo año,  por los créditos que ofrecían a sus clientes para la compra de automóviles. Lo que está pasando en la economía doméstica; bueno, en la macroeconomía, ya es de locos, directamente;  no tiene precedentes;  siempre ha habido engaño, intermediarios y comisiones, pero ahora es demencial, simplemente. Siempre se ha pagado por el mero hecho de tener dinero, capital, efectivo, sí, eso que a Sócrates no le gustaba nada, ganar dinero sin trabajar, pero ahora te encuentras conque, por un lado, te dicen que no te dan nada por el dinero que puedas tener en cuenta, a la vista, o a plazo; que las letras del Tesoro tienen un interés negativo, en efecto, si compras esas letras a seis meses, te dan menos dinero del que has invertido en ellas,       (-0.40%), para conseguir rentabilidad ya tienes que irte a un bono a cinco años, (+0.290%). En fin, para qué seguir, ahora bien, si te vas a comprar un coche, te pueden enguiñar un crédito al 7, 8 o incluso al 10 %. Los que hemos estado pagando intereses, en los años 80,  de un 17, 18, incluso un 20%, tenía la justificación de que las letras del Tesoro estaban al 14 o al 15%, pero lo de ahora no tiene nombre. Bueno, sí lo tiene, pero estamos en fiestas.

Por eso que, cuando te hablen que pagando el coche en tres años es mejor, nos debieran añadir además que de esta forma la empresa vendedora se puede ganar un 5% en la financiación y no nos debemos enfadar ya que los fabricantes en general y de coches en particular, han mentalizado a los concesionarios de que deben prestar el servicio sin tener apenas margen comercial y que por lo tanto, para no cerrar su empresa, deberán recurrir a lo que se llama “atípicos”: comisiones por financiación, seguros, trámites administrativos, etc., para subsistir, en fin, una pena, sin mentira no hay negocio.

Cuando te hablen de que ha subido el recibo de la luz porque no ha llovido,  nos debieran añadir que además, es posible que influya también en esa subida el hecho de que el sr. presidente,  consejeros, asesores y “porteros” procedentes de las puertas giratorias que anteriormente fueron ministros, políticos o similares, deben llevarse una pasta gansa del pastel eléctrico. También.

Ya puestos. Y cuando te hablen de amor y de ilusiones / Y es preciso decir otra mentira….

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