Opinión

Miren el mapa, por favor

Lo escribía en gallego, Afonso Vázquez-Monxardín, el pasado día 19 en La Región; “Miren o mapa, por favor”, solo cambia el artículo, lo titulaba. “O tren que me leva pola beira do Miño”, en el que nos hablaba de la repercusión que puede tener para Galicia y concretamente, para Ourense, el proyecto de alta velocidad que ha previsto el gobierno portugués, dando preferencia a la conexión ferroviaria con el norte del país y Galicia, dejando de momento aparcado el previsto por Extremadura. 

 Tiene su lógica, a veces habrá que volver a preguntarse aquello de; a dónde vamos y de dónde venimos y descubrir que el tren sirve para comunicar a la gente, porque, viendo algunos proyectos ferroviarios en nuestro país, nos da la sensación de que tienen otros objetivos. Miren el mapa, por favor, otra vez, verán que una buena comunicación con un tren que no hace falta que vaya a trescientos, con que alcance los doscientos por hora que hoy es ya la velocidad de un tren convencional, tendríamos a Vigo en media hora, y en un poco más, poblaciones tan importantes como Viana do Castelo, Oporto o Braga, conectando Ourense con Vigo y también con el AVE portugués, por un trazado cercano al actual por el valle del Miño por donde circulan los trenes desde hace más de cien años, corrigiendo algunas curvas y haciendo algún que otro pequeño túnel, en una especie de “ restyling “ , (rediseño) si me permiten el término carrocero para una vía de tren, mejorando lo que ya tenemos, no cambiando a lo bestia, que es lo típico del país. Sería una obra mucho más lógica, económica y asumible, no digamos ya en el plano ambiental y paisajístico, que llevarlo por Cerdedo, o por las quimbambas entubados en interminables túneles, terraplenes y viaductos. 

No lo digo yo, lo dice el mapa, porque hay proyectos que prefiero no concretar, porque hay algunos que ya han comprado fincas, que parece que no los han visto, o que han visto otros mapas diferentes a los que tenemos todos, o tal vez habrá que pensar en que no se trata de un proyecto para comunicar a la gente de un punto a otro lo más rápido posible, sino para hacer expropiaciones, terraplenes, viaductos y túneles, llevando a los viajeros por parajes inhóspitos por donde nunca ha pasado un tren y llegando más tarde, sí, más tarde, a la estación. 

Me he fijado en esta expresión del Sr, Vázquez-Monxardín; “miren o mapa, por favor” porque a veces, tengo la sensación de que en la vida, y no solo viajando, no sabemos por dónde vamos, más aún en estos tiempos de incertidumbre, miedos y calamidades, y nos pasa algo parecido a lo que tuvieron que sufrir muchos participantes en el último rallye del Dakar; que no sabían a donde iban, estaban desorientados, es una lotería, decía Carlos Sainz, para eso ya tenemos la de Navidad, añadía. El colmo de lo que nos pueda pasar en una carrera, es no saber dónde está la meta y encontrarte de frente con un competidor que había salido tres minutos antes.

Normalmente, cuando se cita algún artículo de un compañero de página, es para criticarlo, cuando no insultarlo o crucificarlo, es lo habitual, nos hemos contagiado de la gresca política donde la mitad del personal se dedica a poner a caldo a la otra mitad, ya sea en prensa, radio, televisión o en las redes, y algunos hasta viven de ello y lamentablemente viven bien, mucho mejor que trabajando de médicos, ingenieros, carpinteros, arquitectos, mecánicos o maestros, pero en este caso no es así, mira tú por donde, y que conste que no nos conocemos, no sea, y le felicito porque es un artículo que calificaría de constructivo, es decir, que es útil, que puede ayudar a que funcionen mejor las cosas, diría incluso que pedagógico, (se nota lo de maestro, que es mucho más que catedrático) porque puede contribuir a que los ciudadanos puedan darse una idea de lo que puede ser mejor para sus intereses y que no tengan que decidir por ellos personas sobre una mesa de una constructora, banco, partido o ministerio, que nunca sabremos si quieren llevarnos en un tren lo más rápido posible de una estación a otra, o que lo de verdad persiguen es hacer negocios, atribuirse méritos, hacerse propaganda y conseguir votos en las próximas elecciones.

Hablamos de la participación ciudadana, pero no participamos ni nos invitan a que opinemos sobre los proyectos que afectan a nuestro territorio, de la misma forma que los vecinos de una comunidad de propietarios deciden si hay que pintar la fachada de su edificio. Echo de menos que un artículo como éste del Sr. Vázquez-Monxardín, no suscite un debate, no haya ideas ni opiniones a favor o en contra, como si no fuera con nosotros la cosa. Aunque solo sea por los que van a Vigo con frecuencia.

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