Opinión

No llores por mí Cataluña

No pude evitar  un sentimiento de tristeza al encontrarme con un niño, camino de adolescente,  nieto de un amigo,  profundamente  preocupado, diría que incluso apenado,  por esa movida que unos cuantos entusiastas clarividentes, creadores de patrias profesionales  han organizado en esa zona del Mediterráneo llamada Cataluña. Porque  esto es lo que hay;  unos tienen  la ocurrencia y los demás van de comparsas al ritmo de  esos protagonistas que,  en la mayoría de los casos, además de jalear el  sarao,  viven de ello, es decir, es su medio de vida, es su trabajo y siempre hablan en nombre del pueblo, como si no convivieran con mucha gente que son tan catalanes como ellos, en muchos casos, ilustres catalanes, y que en absoluto se identifican con ellos. Pero les da igual, catalanes son los que ellos designan  y punto, y están dispuestos a romper con lo que haga falta para conseguir sus propósitos. Es su profesión, tal vez negocio, en todo caso,  viven  o piensan vivir del asunto.

Lo que me da un poco de pena  es comprobar cómo  mediatizan  a esos  niños de hoy, de la misma forma que se  hacía en la oscura época de nuestra infancia  con los de  nuestra generación,  sumergiéndonos hasta la médula  en el Cara el sol , los Principios  Fundamentales,   la  Reserva espiritual de occidente,  cursillos de cristiandad, el frente de juventudes y la madre que los parió a todos, maldita sea.   Para no volver a caer en los mismos errores,   y remedando  a uno de estos que viven  bien de su patriotismo: Sacad vuestras sucias manos de los niños,  dejadles en paz que  sueñen, jueguen y se diviertan  mientras se van educando en el respeto a los que no piensan como ellos, cosa que no hacéis  vosotros.

Cuando las inquietudes de un niño debieran consistir en ir formándose en el respeto y  en la convivencia pacífica,  felicitándose de vivir en un país democrático y en libertad  que, aunque con numerosos  problemas por resolver, permite poder  seguir avanzando hacia una sociedad cada día más justa, se ven metidos en una espiral de fanatismo dirigida por unos líderes intransigentes que no dudan en  romper esa convivencia pacífica que les ha servido para alcanzar unas cotas de prosperidad y libertad como nunca antes habían logrado. 

Pero ¿Cómo los dirigentes de un gran club de fútbol de fama internacional con peñas en toda España y en el mundo  pueden estar seguros de que siendo independientes les  va a ir  mejor? Pues no, les va a ir  peor, sencillamente, les apuesto lo que sea. ¿Cómo un  empresario  en  un país que siempre  destacó por su carácter empresarial y comercial   puede pensar que va a mejorar poniendo más fronteras de las que ya existen  a sus productos y proyectos? Pues se equivocan,  así de simple, como se equivocaron  tantos  y tantos otros  exaltados  clarividentes a través de la historia que tampoco dudaron ¡Leche¡ Pero que debían haberlo hecho antes de invadir Polonia, por ejemplo, o montar un alzamiento,  o bombardear el palacio de  La  Moneda,  o invadir  Kuwait o Las Malvinas , también estaban convencidos, tampoco dudaron  de sus planes  que después se comprobó que eran nefastos.    ¿Pero es que no les llegan los ejemplos de tantas intransigencias,   de tantos  desafíos,  fracasos,  de tantos muertos,  de tanta mierda?

Está previsto que este fin de semana  lleguen a Barcelona   extremistas de uno y otro bando, mejor diría bandada, ya sabemos que  hay profesionales de la algarada,  pero ya veréis como entre ellos no se van a  molestar,  seguro. Los unos y los otros irán contra  los neutrales;  escaparates, cajeros, policía, transeúntes. Esto fue siempre así, incluso en los lejanos tiempos de  Franco. En  la   facultad  de Derecho de la Complutense, había unos revoltosillos de una tendencia que estaban picados con otros revoltosillos de  la otra,  siempre  comentábamos  los neutrales;  a ver si  algún día  esta panda  de gilipollas  quedan en el Paraninfo para darse de  leches entre ellos.  ¡Qué va¡  Nunca,  un día entraron en una clase y le pegan un tiro  a   un  bedel, creo recordar que en una pierna. Ya digo,  esto es muy viejo.

 No llores por mi Cataluña,  España  está  contigo,  son muchos siglos de convivencia, no dejes que los   profesionales del  follón, incordias de turno  y salva  patrias  de siempre lo malogren,  busquemos formas de entendernos, en todo caso,  nunca   permitas que un niño llore por ti.

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