Lo de tardío, sobre todo va por mi, habrá gente que lo haya visto antes, eso sí, pero en mi caso tengo que reconocer que me ha costado muchos años descubrir las grandes ventajas que tiene lo de estarse quieto, simplemente, sin tener que preparar viajes, reservar estancias, operaciones salida, retorno, vuelos, embarques, retenciones, aglomeraciones etc., sobre todo en época de vacaciones.
Muchos de los problemas que tenemos están originados por ese afán de cambiar cosas que no siempre mejoran a las que teníamos antes, sino que las empeoran claramente. Esto lo podemos comprobar fácilmente , ya sea en el ámbito de la Administración o en el privado, viendo como cosas que antes eran sencillas como lo de renovar un DNI, pasaporte, una consulta en la Jefatura de tráfico, hacer gestiones en un banco, y tantas otras actividades, ahora nos encontramos conque tenemos que pedir cita por anticipado, esperar grandes colas, o sufrir distintas trabas e inconvenientes que antes no existían, todo ello, a pesar de los grandes avances tecnológicos que hemos tenido en todos los campos pero que, si no los utilizamos bien, se vuelven en nuestra contra.
El ejército disponía hasta hace poco tiempo de palomas mensajeras para poder comunicarse en casos de asedio, en las trincheras o en otras circunstancias excepcionales, está claro que era un sistema muy rudimentario, inseguro, lento y con muchos inconvenientes, pero tendremos que reconocer que era mucho más efectivo que comunicarse ahora con un señorito que tiene un teléfono inteligente de última generación, si lo tiene apagado. No sé si me explico.
El enviar una documentación por medio de un correo electrónico, puede ser un sistema fabuloso, eficiente, seguro y rápido, pero, si no le das a "enviar", o pones mal la dirección del destinatario, porque le faltaba un punto, por ejemplo, puede que eches de menos al correo que se hacía mediante las diligencias, el tren expreso a vapor, o el mensaje que podías adherirle a las patitas de las románticas palomitas, pío, pío. Ahora si sé que me explico.
Algo parecido es lo que nos pasa cuando no sabemos aprovechar los medios que tenemos a nuestro alcance. Hemos abandonado campos, casas, pueblos, vías, trenes y estaciones a la espera de los grandes proyectos y de las grandes velocidades, cuando lo importante del tren es que se pare, para poder subirse a él y aprovechar que, ya que pasa por el polígono industrial de San Ciprián, por ejemplo, pueda ser utilizado por mucha gente que tiene que ir al trabajo en su coche, cuando en lugar de desmantelar esta vieja vía, se podría hacerla compatible perfectamente , por medio de un tercer carril, con el nuevo trazado del previsto AVE en un necesario servicio de cercanías que podría aprovechar las abandonadas estaciones de San Francisco o las intermedias existentes entre Ribadavia y Carballino entre otras.
Lo que sí sería rentable es hacer la relativamente barata obra para suprimir, mediante el soterramiento de las vías, las dos curvas existentes, que en el plano semejan fielmente el perfil de unos generosos senos, antes de la estación de San Francisco y con ello lograr también cerrar la brecha que desde hace setenta años divide a esa zona de la ciudad.