Opinión

Bill Gates, motor de cambio internacional

España levanta cabeza y deja atrás la recesión más larga de la democracia, pregona la prensa. La economía crece un 0,1% tras una travesía del desierto de más de dos años, sale del estancamiento y toma la curva de un cambio de tendencia arropada por la también leve recuperación de la Unión Europea. Déjenme subrayar que 0,1 % es una minucia, pero algo es algo, el viento ha cambiado.

Aunque falta mucha tela que cortar, hay algunos destellos de mejoría económica, brotes verdes, nos detendremos en dos significativos: la situación general reflejada en las cifras del Banco de España y la decisión de Bill Gates de invertir en el país, categoría y anécdota.

El informe del Banco de España da cierto ánimo. En opinión de sus expertos, todos los indicadores económicos son mejores de los de hace un año y la tendencia es moderadamente favorable, indica elorganismo regulador cogiéndosela con papel de fumar, cuidándose muy mucho de no ser demasiado afirmativo, 'pisando con precaución la dudosa luz del día', citemos al poeta para desengrasar de tantas cifras.

Por su comportamiento positivo, el sector exterior, es una de las tablas de salvación, vendemos fuera lo que no podemos vender dentro, las exportaciones van tirando del carro.

Contrasta la depresión de la economía con la bonanza de las entidades bancarias, todas ellas el Banco Sabadell, Bankinter y sobre todo, el Banco de Sabtabder que ganó 3.310 millones hasta septiembre muestram uma salud de hierro, las autoridades de este último han declarado para tranquilizar a sus cientes que la recuperación ha llegado para quedarse. Fue precisamente Emilio Botín, el presidente del Santander quien sorprendió a propios y extraños anunciando a principios de otoño: 'España está en un momento fantástico, llega cantidad de inversión a la Bolsa y a la deuda'. Algo sabía o barruntaba.

Prudente, el ministro de Economía, Luis de Guindos, no echa las campanas al vuelo y advierte que queda mucha crisis por delante. Por su parte, al secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, le gustaría hablar de la recuperación de la economía no de España sino de los españoles, un intercambio de pareceres de signo opuesto sobre un telón de fondo de despunte de actividad económica.

Los expertos son muy cautos, no olvidan que la crisis ha costado 3,7 millones de empleos y recuerdan que el paro aún es de 5.904.700 millones de personas - que se dice pronto- aunque los empleos temporales del turismo lo hayan reducido un poco. Sigue siendo el mayor de Europa excepto el griego, con un porcentaje peligroso respecto a la población que podría causar un estallido social si no fuera por la solidaridad familiar española.

España recibe cerca de 60 millones de turistas al año y lidera junto con EEUU y Francia el rannking turístico mundial, una circunstancia extraordinaria para un país dee sus dimensiones que contribuye al equilibrio de su balanza de pagos y tranquiliza en tiempos revueltos. Vale, pero cuidado, porque, parafraseando el famoso minirelato de Augusto Monterroso, podríamos decir: ... cuando despertó, la crisis todavía estaba alli.

Les voy ahora a narrar un cuento de Navidad al estilo Charles Dickens.

Fuera por haber sido distinguido en su día con el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional 2006 o no, Bill Gates, el hombre más rico del mundo, se fijó en España y tomó una participación en la empresa inmobiliaria Fomento de Construcciones y Contratas (FCC), lo que podría dar buena suerte al país, asaltado por pesimismos recientes y ancestrales.

En una inversión trasatlántica que ha caido en España como agua de mayo porque muestra confianza en la economía española, el magnate fundador de Microsoft ha adquirido el 6% del capital de la firma y se convierte en su segundo accionista más importante aunque quede a mucha distancia de la vicepresidenta Esther Koplowitz, quecuenta con el 53,9 % de la constructora.

Y no por la importancia del desembolso ya que la citada compra sólo constituye el 0,2% del capital de la nueva sociedad -'peanuts' (calderilla) en el contexto global-, sino por suponer un cambio de tendencia pues representaría, después de la larga y dura crisis europea, una de las primeras señales de interés de la economía norteamericana por España.

Insistimos, la adquisición realizada representa menos de lo que varía el patrimonio de Bill Gates en Bolsa en una jornada cualquiera puesto que el multimillonario posee 40 empresas que suman, según calcula la prestigiosa agencia de noticias financieras Bloomberg, 75.100 millones de dólaresen acciones, unos 54.500 millones de euros, cantidad sideral que hace de Gates un Midas contemporáneo, quien como el legendario rey griego, convierte en oro todo lo que toca.

Un Midas an diestro en operaciones bursátiles como altruista, que ya es hoy en día más famoso por dirigir la Fundación Bill y Melinda Gates de beneficencia y ayuda humanitaria en los países del Tercer Mundo que por sus incontestables consecuciones empresariales. En el mes de junio del 2008, cedió el control del día a día de la multinacional Microsoft a Steve Ballmer, desde ese momento es presidente honorario y ha convertido a su exitosa empresa en la mayor ONG (Organización no gubernamental) de asistencia del plameta. Pudo no haberlo hecho y seguir acumulando capital pero optó finalmente por la generosidad hacia las personas más desfavorecidas, y eso le honra.

Una precisión: elacaudalado Bill Gates es el mayor potentado del globo al haber sobrepasado en 2013 al empresario mexicano Carlos Slim, que iba en cabeza en esta extravagante clasificación de fortunas de plutócratas que también establece Bloomberg.

El caso es que la prensa se ha puesto a hacer castillos en el aire tras la inesperada decisión de Bill Gates de interesarse por las finanzas españolas al considerar que los inversores pueden estar comenzando a volver a España y hay que despertarla de su sueño porque la recesión está muy lejos de acabar como les dije más arriba.

Y colorín colorado este cuento se ha acabado.

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