Opinión

Agua y sal

Esta vez parece que puede ser verdad pero el problema sigue siendo el mismo, el dinero. Aunque por algún sitio hay que empezar porque los costes se podrán reducir con el tiempo. El motor de agua y sales ya está aquí. Y no parece ser un fraude como aquel invento español que iba a poner a nuestro país a la cabeza del mundo con el primer motor de agua inventado por el perito extremeño Arturo Estévez Varela, que cedió la patente al gobierno de Franco hasta que se descubrió el pastel y se vio que además de agua el motor necesitaba boro, lo que encarecía sobremanera el invento y lo hacía n veces más caro que el petróleo. En este caso un vehículo desarrollado por Nano Flow Cell, impulsado por agua y sales metálicas, sintéticas y naturales, ha logrado recorrer 350.000 kilómetros y consume  entre 8 y 10 kWh a los 100 kilómetros. El problema es que el coche de gama alta de la fábrica cuesta tres millones de euros. Un poco caro, de momento.

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