Los actores se deben a su público, y su premio por el trabajo bien hecho es el aplauso… y la bolsa. Muy pocos actores son capaces de reconocer que han tenido una mala tarde, que no han estado a la altura de las expectativas de los asistentes a un espectáculo, y menos aún reconocer que no han estado a la altura de sus propias aspiraciones, que les traicionaron los nervios y no supieron transmitir emociones. Y menos quienes llevan ese reconocimiento a dejar de cobrar el caché estipulado. Así que cuando una actriz tiene esa actitud merece un aplauso lento y sostenido. Antonia San Juan ha reconocido que falló en la presentación de la Gala de la Reina del Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria 2016, y no cobrará. Eso es amor propio y respeto a la profesión.
