Opinión

Aquí no habría pasado

Por qué precipitarse hasta que la policía no llama a la puerta? ¿Por qué dimitir hasta que no hay una imputación? ¿O hasta que no se abre el juicio oral? Hay doctrinas para todos que se aplican con doble vara de medir, los otros deben dimitir con la imputación y los nuestros en el último momento posible, que para eso está la presunción de inocencia. El primer ministro portugués, António Costa, dimitió en cuanto que su nombre pareció en una investigación de supuesta corrupción por su participación en la aprobación de proyectos energéticos y un centro de datos digitales que la Fiscalía relacionó con tráfico de influencias y prevaricación. Un juez ha desinflado el asunto y Costa ahora se queda compuesto y sin cargo, se han convocado nuevas elecciones y la mayoría absoluta de los socialistas portugueses va en globo. En todo este asunto hay una cosa cierta, en España lo que ha hecho António Costa no habría pasado.

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