Opinión

Chistes

Hasta el recién llegado Pablo Iglesias se atreve a contar chistes en las entrevistas. Los cuenta casi con gesto serio y se conforma con arrancar una mueca de los espectadores más que una sonrisa o una risa franca. Pero algo es algo. Mariano Rajoy, de quien se dice que tiene bastante sentido del humor en la intimidad, no lo manifiesta en público: y no todo tiene que ser regañar a los adversarios y recortar derechos. A los políticos españoles les pinchas y no sangran. La ironía les resulta extraña y se encuentran cómodos con el trazo grueso. Por eso se echan de menos los recreos que se toma el presidente Obama cuando se ríe de sí mismo: "No creo que me haya vuelto más divertido, solo digo que ahora la hierba es legal en el DC”.

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