Opinión

Código QR

Mejor un código QR que un código de barras. Dicen los expertos que mientras que este último sirve sobre todo para la identificación comercial de los productos, el primero establece una relación afectiva entre el consumidor-usuario y la publicidad. Será por eso, y porque los códigos de barras semejan los barrotes de una cárcel, y así se han utilizado como crítica anticapitalista, que los promotores de una prueba en Japón para localizar a enfermos de alzhéimer que se han perdido prefieren el código QR en forma de pegatina pegada a las uñas donde se ofrece la información básica para encontrar a sus familiares. No hay que pensar en algo parecido a la deshumanización. Es una aplicación más de la tecnología a la solución de problemas cotidianos y guarda mejor la intimidad que otros métodos analógicos que todavía se emplean. 

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