Opinión

Sin complejos

Llegan las fiestas navideñas y con ellas uno de los dilemas que se dan tanto en la cenas con amigos como en las reuniones familiares: que vino elegir, cuánto gastarse y cómo quedar bien con los cuñados. España tiene un problema: se consume poco porque se ha perdido la cultura del vino. Bien, la han perdido unos, y otros han hecho un máster, y para beber una copa parece que hay que ser un experto en varietales, maridajes, añadas y retrogustos. Y sí, todo eso está muy bien, pero como dicen los responsables de las denominaciones de origen, al vino hay que acercarse sin complejos y escoger aquel que le guste a uno con independencia de regiones y precios. Y no dude en beberlo con gaseosa si le apetece. Las burbujas mejoran muchísimo.

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