El ex presidente de Bankia, Rodrigo Rato, ha renunciado a la indemnización de 1,2 millones de euros que le correspondían tras dejar la entidad. Sería una decisión loable si la hubiera adoptado antes, por ejemplo al tiempo de dimitir y antes de que el ex vicepresidente le hubiera puesto en evidencia al no querer cobrarla.
Y hubiera sido mejor todavía si no tuviera truco o 'condicionalidad' como se dice ahora. La condición es que no le apliquen la cláusula de incompatibilidad para que pueda realizar su trabajo en cualquier empresa en la que tendrá una retribución igual o superior gracias a su currículum, a pesar de haber dejado un agujero de más de 20.000 millones y Bankia nacionalizada.
