Opinión

Decepción

Probablemente sea una de las mayores decepciones de la comunidad internacional y de todos y cada uno de los miembros que la componen con un poco de compasión, humanidad y sentido común. Los protocolos del Premio Nobel no permiten quitar el galardón a ninguno de los premiados, pero en el caso del Nobel de la Paz birmana Aung San Suu Kyi, no estaría de más retirárselo como también se lo merecen la Unión Europea por su sensibilidad de serrucho con los refugiados que huyen de las guerras, o el propio Barack Obama, por no hablar de otros premiados con honores más que dudosos. La actuación de la nobel birmana en la crisis de los rohingya –minoría musulmana- es tan lamentable que parece haberse olvidado de quién fue, qué hizo y cómo logró el crédito que ahora dilapida. Este año es la principal candidata a conseguir uno de los bochornosos Ig Nobel.

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