La obesidad es un problema sanitario de primera magnitud por la ampliación de las consecuencias nefastas de algunas patologías y la posibilidad de desarrollar otras. Alrededor del 20 por ciento de la población padece obesidad, y cerca de otro cuarenta tiene sobrepeso, lo que da idea de la importancia de esta epidemia y de la necesidad de hacerla frente. En el mercado ya hay un par de medicamentos que se emplean para curar la diabetes que también han comenzado a dispensarse para perder peso por prescripción médica. Dicen las autoridades sanitarias que no hay dinero para financiar esos tratamientos con carácter general. Pero la prevención a la larga resulta rentable al sistema nacional de salud. Se supone que será cuestión de tiempo que esos medicamentos producidos ahora por unos laboratorios daneses se generalicen. Hasta entonces habrá que empezar por el principio y que se administren a aquellas personas para las que la obesidad es un problema de salud. Los fofisanos tendrán que seguir esperando jugando al yo-yo con las dietas y pagando la inscripción en el gimnasio en el mes de septiembre y a principios de enero.
