El Blue Monday, fue ayer. Dicen los encargados de inventar conmemoraciones que fue el día más triste del año. Los psicólogos dicen que no hay evidencias científicas de que así sea y que si alguien se lo quiere creer que se lo crea. Es un buen tema de barra de bar, de grupos de whatsapps, de reunión de mesa camilla, tema de memes, TT mundial si se quiere. Desenvueltos los regalos de Reyes, acabados los últimos turrones y polvorones de la bandeja, olvidados los buenos propósitos de primeros de año o comenzados a cumplir con gastos añadidos e inútiles hay motivos para sentir que la depresión del año que queda por delante se apodera de los más incautos. Quizá de quienes viven las entrañables fiestas con demasiadas expectativas, y de todos aquellos para los que existen días especiales y se olvidan que en el calendario los días se suceden uno tras otros, uno tras otro, hasta el próximo día más triste del año que puede ser cualquiera.
