Opinión

Diamantes de sol

El actor Leonardo Di Caprio protagonizó la película “Diamantes de sangre” los que se utilizan para financiar guerrillas y guerras y quedó horrorizado. Tanto, dicen, que se ha convertido en el primer accionista de una empresa dedicada a fabricar diamantes artificiales cristalizando metano consiguiendo en días lo que la naturaleza tarda en lograr cientos de años. Al fin y al cabo, con la ceniza de los difuntos también se producen diamantes, seguramente más caros y menos útiles para su utilización en la fabricación de semiconductores para la industria automovilística y de telefonía. La fábrica que ya se anunció que se instalaría en la localidad cacereña de Trujillo ha comenzado a levantarse de verdad y no ha sido un anuncio fracasado como en otras ocasiones. Los reactores que fabricarán las obleas de diamantes se moverán con la energía producida por una planta solar construida ex profeso. Larga vida a los diamantes sintéticos extremeños. 

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