El cambio climático que padece la Tierra, a pesar de lo pesado que se ponen los negacionistas y eso que la cosa ya cala incluso en Estados Unidos, puede tener un efecto pernicioso en muchas especies que acabarán despareciendo al perderse su hábitat natural. Y sin embargo, este fenómeno no tiene porqué ser necesariamente negativo. Así, los pelirrojos se convertirán en una especie en extinción porque aquellos que tienen el pelo color de zanahoria y la piel blanca tendrán menos posibilidades de sufrir cáncer dado que su genética es una adaptación al clima nuboso de los países del norte. Como la temperatura sigue subiendo, sus genes han comenzado a realizar el camino inverso, según un estudio escocés.
