Dentro de poco será necesario ampliar el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas con un nuevo miembro permanente con derecho a veto, para dar asiento a un representante de las grandes entidades financieras privadas. Así no será necesario abrir investigaciones cuando Naciones Unidas impongan sanciones económicas a un país para devolverle a la senda de la cordura y los bancos se las salten cuando quieran. Así, ejercen el veto y todos tan tranquilos. El Deutsche Bank y el Credit Agricole deberán pagar entre los dos una multa de más de mil millones de dólares por “métodos no transparentes” al realizar transacciones prohibidas. En fin, por si había dudas de que el sector financiero es un Estado dentro del Estado.
