Opinión

Excavadora

La Gran Muralla China construida y reparada lo largo de más de veinte siglos, hasta el XVI, fue levantada para proteger la frontera norte del imperio chino de los ataques de los nómadas xiongnu de Mongolia y Manchuria. La muralla ha sobrevivido incluso a las hordas de turistas que la visitan y pasean entre sus almenas y torres. Pero un trozo de ella no ha podido superar el ataque de la tecnología moderna, de las nuevas máquinas de guerra manejadas por unos bárbaros que han perforado su lienzo, con un objetivo tan prosaico como no dar la vuelta para que su excavadora pasara de un lado a otro de la muralla, lo que se entiende si se tiene en cuenta que la construcción tiene 21.200 kilómetros de longitud, aunque ya solo está en pie el 30%. Pero también tiene puertas que permiten traspasarla. La hazaña invasora ha sido realizada por dos individuos apellidados Zheng y Wang que pasarán a la historia de los depredadores del patrimonio arquitectónico y cultural.

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